El yoga es ideal para iniciar el día. ¿Por qué? Porque estiras todo tu cuerpo y ayudas a mejorar la postura y a rendir mejor durante todo el día. En nuestro artículo de hoy te presentamos una rutina de Yoga de 10 minutos para hacer al despertar y estar en óptimas condiciones para iniciar tu actividad diaria.
Rutina de Yoga de 10 minutos para hacer al despertar
Salir de la cama puede ser todo un desafío algunas mañanas. Despertar y pensar en lo que se nos viene encima con el trabajo o los estudios puede suponer un drama. Afortunadamente hay una manera de combatir esa pereza que sentimos nada más abrir los ojos. Lo primero es tener un descanso adecuado y suficiente, así como llevar una dieta equilibrada, pues algunos alimentos ricos en carbohidratos nos hacen sentir pesadez y descansar mal. Pero el yoga sale al rescate. No solo porque practicas estiramientos, muy importantes para mejorar la postura y evitar, por ejemplo, dolores de espalda, sino porque una rutina bien hecha nos ayuda a respirar correctamente, liberar tensiones, meditar un poco y alejar el estrés y la ansiedad.
Además, el yoga es bueno para mantener la figura o estilizarla, adquirir fuerza y mejorar los niveles de energía. Sigue nuestra recomendación de rutina de yoga de 10 minutos para hacer al despertar y devuélvele el ritmo a tus mañanas.
Postura del niño

No solo es una postura idónea para iniciar tus mañanas, sino también para iniciarte en el mundo del yoga si eres principiante. La postura del niño sirve para que conectes con tu respiración y aflojes la espalda baja y las caderas. Esta postura involucra, además de las caderas y la espalda baja, los dorsales. ¿Cómo hacerla? Colócate sobre la esterilla a 4 patas. Separa las rodillas y junta los pies, de manera que los dedos gordos de tus pies choquen. Deja caer el abdomen entre la separación de las rodillas y que la frente toque el suelo (de ser posible) Extiende los brazos por encima de tu cabeza, con las palmas de las manos apoyadas en el suelo. Respira profundo.
El gato

El gato es otra postura ideal para iniciar la mañana. Siguiendo la línea de la postura del niño, el gato parte de la postura de 4 patas, con las manos alineadas por debajo de los hombros y las rodillas a la altura de las caderas. Contrae el abdomen e inhala y exhala, empujando al máximo la columna hacia el techo. La cabeza debe de estar relajada, en dirección hacia el pecho. Al inhalar, la columna debe de regresar hacia su posición original, mientras subes la cabeza y la echas ligeramente hacia atrás. Cada repetición debe de tomar 10 segundos. Los músculos que trabajas son los de la espalda, así como las abdominales.
El puente

Sí, el tradicional puente que practicas en el gimnasio también es una de las posturas de yoga más utilizadas por todos los seguidores de esta disciplina. Túmbate boca arriba, rodillas flexionadas y las plantas de los pies muy bien apoyadas en el suelo. Relaja los brazos a ambos lados del cuerpo y eleva la pelvis. Inhala y exhala y sube y baja. Con este ejercicio trabajarás los isquiotibiales, los glúteos y, por supuesto, el abdomen.
La silla

La silla es una postura para principiantes que implica los abdominales, los isquiotibiales, glúteos, tríceps, deltoides y el erector de la columna. Es una especie de sentadilla pero más compleja, por lo que, al practicarla, también fortalecerás las piernas. Colócate de pie con los pies juntos e inhala; al hacerlo, extiende los brazos sobre la cabeza y exhala sentándote hacia atrás, sobre las caderas y doblando las rodillas. Haz un descenso hasta que los muslos estén en paralelo respecto del suelo.
El perro mirando hacia abajo

El perro mirando hacia abajo es una postura intermedia dentro de nuestra rutina de yoga de 10 minutos para hacer al despertar. Es una de las rutinas más conocidas que permite estirar los hombros, los isquiotibiales, las pantorrillas y a la vez, fortalece brazos y piernas. Además, con ella trabajas el abdomen, cuadríceps y deltoides. Su ejecución es un tanto complicada; colócate en 4 patas sobre la esterilla y con las manos bien apoyadas en el suelo, por debajo de los hombros y las rodillas a la altura de la caderas. Exhala y estira las rodillas levantándote del suelo, para conseguirlo, empuja los talones y levanta el coxis. Lleva los brazos por arriba de tu cabeza, misma que deberás dejar caer entre los brazos. Inhala y exhala en esta postura, de manera que tus pies entren en contacto con el suelo.
El guerrero I

Completa esta mini rutina con una de las posturas más tradicionales del yoga: el guerrero I. Ayuda a fortalecer las piernas y a abrir las caderas y el pecho con el guerrero I; además, trabaja los abdominales y los isquiotibiales. ¿Cómo hacerla? Colócate con los pies juntos y los brazos a ambos lados del cuerpo. Da una estocada al frente con el pie izquierdo y mantén la pierna derecha recta y gira el pie derecho en un ángulo de 45 grados. Lleva los brazos por encima de la cabeza y levanta ésta para mirar hacia las palmas de las manos.