El remo con barra es un ejercicio muy útil y efectivo para ganar fuerza y trabajar toda la musculatura de la espalda. Sin embargo, es imprescindible conocer la técnica y ejecutarla de forma correcta para sacarle mayor partido y evitar lesiones. En este artículo te contamos cómo hacerlo.
Características del remo con barra
El remo con barra no es un ejercicio fácil. O, mejor dicho, es difícil hacerlo correctamente. Los expertos en fitness afirman que es más complicado que el press de banca, pero también admiten que es la mejor manera de fortalecer la espalda y prepararla para una rutina de ejercicios más exigentes.
Músculos que trabajan durante el ejercicio
Serán principalmente los músculos de la espalda los que trabajen durante este ejercicio, sobre todo el dorsal ancho, el redondo mayor y el deltoides posterior. También trabajarán el romboides y el trapecio. De una manera secundaria, también se verán expuestos a un esfuerzo los músculos flexores de los brazos (bíceps braquial, braquial anterior y supinador largo).
Cómo incorporarlo en un entrenamiento

Como ya hemos dicho, el remo con barra sirve para trabajar, sobre todo, los músculos de la espalda, los hombros y los brazos. Lo ideal es combinarlo con ejercicios de empuje para trabajar los músculos opuestos a la espalda, los hombros posteriores y bíceps. Los dips o fondos en paralelas y el press banca son una buena opción porque entrenan la zona del pecho, tríceps y hombros delanteros.
Beneficios
Con este ejercicio se fortalece la parte superior de la espalda, lo que permitirá levantar más peso y aguantar mejor las sentadillas según se progrese en el entrenamiento. Como durante el ejercicio los brazos tiran del peso hacia arriba, se gana músculo en el tronco, incluyendo la espalda baja y la cadera.
Ejecutar correctamente el ejercicio
Para realizar de forma correcta el ejercicio hay que estar de pie con las rodillas ligeramente flexionadas. Tanto los pies como las rodillas se pueden girar muy levemente hacia afuera. El tronco tiene que inclinarse hacia adelante y formar con las piernas un ángulo de 45 grados. Es muy importante que la espalda esté recta en todo momento.
Desde esta posición, hay que coger la barra en pronación (con las palmas de las manos hacia abajo y sin forzar las muñecas, que tienen que estar en una posición neutra) y llevarla desde la posición inicial, un poco más abajo de las rodillas, hasta el ombligo y viceversa. Mientras se realiza este movimiento son los hombros los que se mueven hacia atrás y hacia adelante, jamás la espalda. Tampoco hay que mover la cadera en ningún momento.
Un error muy frecuente es el de coger impulso y que los movimientos sean muy bruscos. Esto podría dañar algunas articulaciones, en especial el hombro y el codo. El movimiento tiene que ser fluido en todo momento. También es muy importante mantener en todo momento la espalda recta y las rodillas ligeramente flexionadas para evitar que aparezcan dolores en la zona lumbar.
Máquinas de remo, otra opción
Hay personas a las que les resulta muy incómodo trabajar con barra y prefieren usar la máquina. En este caso habrá una cantidad inferior de articulaciones y músculos implicados. Y, por consiguiente, el trabajo se focalizará en una zona en concreto, el dorsal ancho o la parte alta de la espalda, dependiendo de la posición de los codos al remar. Eso sí, será posible jugar con varios tipos de agarre y posición de manos.
Todo esto no significa que hacer remo en máquina sea peor que hacerlo con barra, porque siempre depende del objetivo. Ante cualquier duda, y para escoger el método más apropiado, lo mejor es preguntar a un profesional.