El culturismo es un deporte de competición. El cual consiste en que los participantes sean juzgados por su físico, siguiendo ciertos estándares específicos. La principal característica que debe cumplir un culturista es poseer una gran masa muscular. Por lo tanto, los atletas deben aumentar su musculatura, mientras buscan reducir la grasa. Sin embargo, esto no es fácil de lograr. Es por ello que, en algunos casos, utilizan hormonas sintéticas y esteroides para lograrlo. Un culturista natural no hace uso de ninguna sustancia para su crecimiento muscular. La obtención de la musculatura debe ser totalmente orgánica y basada en dieta y ejercicios adecuados.
Las sustancias prohibidas dependen de la legislación del país. El culturista natural debe someterse a diferentes pruebas que demuestren que no usa ni ha usado ninguna sustancia para mejorar su rendimiento. Para ello, se realizan pruebas de sangre, orina e incluso el uso del polígrafo. Para ganarse la oportunidad de competir se deben pasar todas las pruebas que sean necesarias. En consecuencia, tendrá que estar totalmente limpio. Además, ha de cumplir con una serie de parámetros. Los cuales se explican a continuación…
Eliminar la grasa del cuerpo
Sin lugar a duda, hay dos principales destructores del físico de un culturista natural. Uno de ellos es el engordamiento masivo que experimentan en sus etapas de volumen. Por otra parte, hay muchos naturales que se niegan a perder peso. Esto se debe a la falsa creencia de que el tamaño extra de su cuerpo se transformará en musculatura magra. La verdad es que, lo máximo que puede lograrse de musculatura magra es entre 5 a 9 kilogramos. Los demás músculos, siempre tendrán algo de adiposidad.
Aunque el fin de un culturista sea eliminar por completo el porcentaje de grasa en su cuerpo, siempre existirá al menos un 2% de la misma. Afrontar la realidad de esta situación dentro del mundo del fisicoculturismo, puede evitar problemas y frustraciones.
Construir y espesar los músculos
Aunque ya se ha dicho que, el tamaño muscular es increíblemente limitado cuando se es un culturista natural. Siempre, hay un pequeño margen de mejora que puede maximizarse. Si no se entrena, nunca se llegará al máximo potencial. Sin importar que la ganancia sean solo 5 libras. En este mundo, cada gramo cuenta.
Hay que realizar ejercicios básicos y ser bueno en ellos. Encontrar un ejercicio o una rutina que dé resultados es lo primero. Se debe trabajar cada grupo muscular y hacerlo progresar separadamente. Es necesario ir haciendo pequeñas variantes para evitar el estancamiento de la hipertrofia. Al principio, agregar peso será fácil. Sin embargo, después de unos 6 meses hay que usar métodos más específicos para fortalecer el cuerpo. Si tu objetivo como culturista natural es la ganancia de masa muscular. Entonces, existen teorías que pueden ayudarte.
El fallo es una de ellas o los famosos RM. Los cuales, consiste en una única repetición con el máximo de peso posible. Sin embargo, existen otras teorías que desmienten las anteriores. Considerándolas, incluso, como una total pérdida de tiempo. Consideran que, realmente las repeticiones durante el ejercicio representan un verdadero estímulo a tu cuerpo, después de efectuarse la tercera. Según esto, una única repetición hasta el fallo no sería eficiente.
En el culturista natural la genética es un factor determinante
La cantidad de músculo que ganarás dependerá principalmente de tu genética. No existe una forma precisa de saber cómo responderá tu cuerpo al entrenamiento. Los avances podrán ser visibles conforme vaya transcurriendo el tiempo. Un culturista natural depende en un 50% de su predisposición genética. Por tal, para muchos resulta más complicado que para otros. Poseer mayor masa muscular, también viene determinado por los genes y la raza.
Aunque, la genética no sea un factor a favor en algunos casos. Siempre el trabajo duro y la correcta alimentación da resultados. Es probable que, el factor genético incida en el tiempo en que se obtienen los resultados. Sin embargo, nunca debería afectar la motivación y la constancia. Las cuales, son elementos subjetivos de la persona. El culturista natural debe ser consciente de su realidad y en función a ello adaptarse. Encontrar la rutina adecuada para el tipo de cuerpo es muy importante. De ella dependerá el éxito y los resultados del entrenamiento. Por tal, es menester saber qué necesitas y en que parte del cuerpo lo necesitas. Un análisis del índice de masa corporal es indicado en estos casos.
La alimentación es la clave
Más allá de una rutina de ejercicios adecuada y el tiempo que inviertas en ella. El 70% de los resultados van a depender de lo que comas. Si eres un culturista natural, sabrás que las únicas sustancias que podrás introducir en tu cuerpo son los alimentos. Por lo tanto, una adecuada alimentación es la clave para lograr la musculatura deseada. De allí, la necesidad de hacer dietas específicas.
Existen diferentes dietas especiales para culturistas naturales. Considerando que estos no pueden adicionar ninguna sustancia sintética a su organismo. La ingesta de proteínas es fundamental. Por tal, las dietas más eficaces se basan en el consumo de proteínas varias veces al día.
Acudir a un nutricionista deportivo es requisito indispensable. Si necesitas una dieta para lograr musculo de manera natural, los especialistas son los más indicados. Es importante hacer un análisis de ciertos valores del organismo del atleta, antes de definir la alimentación. Recuerda que, un buen estado de salud es necesario si eres culturista natural. El desgaste debe ser compensado con alimentos y nada más. Es un reto tanto para el atleta como para el nutricionista.
Por último, ser atlético es una actitud. Realizar diferentes actividades donde se involucre el movimiento constante es el primer paso. Nunca se debe dar oportunidad al sedentarismo. Mucho menos si eres un culturista natural. Aunque el músculo tenga memoria, el sedentarismo siempre deja consecuencias en el organismo. Lo cual, involucra la pérdida de masa muscular progresiva. De esta manera, la constancia en el ejercicio diario es un requisito a la hora de incursionar o mantenerse en el mundo del fisicoculturismo.