¿Qué es la punción seca y cómo puede ayudarte con tus contracturas?

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¿Qué es la punción seca? En muchas ocasiones se comete un gran error cuando se trata de contestar a esta pregunta. El motivo es que se relaciona con la acupuntura, cuando realmente las similitudes entre una y otra técnica son mínimas. El único punto común es que en ambas se utilizan agujas, pero el fin es totalmente distinto. Con el objetivo de aclararte todas las dudas, a lo largo de este artículo te explicaremos qué es la punción seca y por qué es tan necesaria en el caso de que tengas contracturas.

¿Qué es la punción seca?

La punción seca es una innovadora técnica fisioterapéutica semi-invasiva que utiliza agujas de acupuntura para tratar ciertas dolencias. Una de ellas, por ejemplo, es el síndrome de dolor miofascia. Se define como técnica semi-invasiva porque las agujas penetran en la piel en busca del punto gatillo, que es el que provoca el dolor. El fin es presionarlo, desactivarlo y acabar con el malestar que sufre el paciente. Para encontrar este punto tan concreto, que es el que debe ser tratado, el profesional estimulará el músculo, ya que el lugar donde se produzca el dolor es la zona que debe de ser tratada.

La aguja se puede considerar una extensión de los dedos del fisioterapeuta, una técnica palpatoria más. Gracias al efecto “varilla”, la aguja permite apreciar los cambios en la firmeza de los tejidos atravesados.

¿Para qué sirve la punción seca?

Para entender la utilidad de la punción seca es importante comprender en qué consiste el síndrome del dolor miofascial. Asimismo, para que no existan dudas, debemos definir sus causas, es decir, los puntos gatillo.

¿Qué son los puntos gatillo?

Los puntos gatillo son zonas del músculo débiles y con gran sensibilidad a la palpación. Se producen cuando las sarcómeras, es decir, las zonas de las fibras musculares dónde se contrae el músculo, quedan permanentemente en contracción por la liberación continua de la acetilcolina. Esta impide la relajación de las fibras y disminuye el flujo de sangre.

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Los puntos gatillo pueden producirse por causas muy diversas. Entre ellas se encuentran los movimientos repetitivos, corrientes frías que afectan directamente al músculo, mantener el músculo en posición acortada durante bastante tiempo, golpes o inyecciones, entre otras.

Tipos de puntos gatillo

Existe una gran variedad de puntos gatillo. Por esta razón, explicaremos cada uno de ellos a continuación.

Activos

Se trata de puntos que producen dolor de forma constante. Responden a la presión con espasmos locales. Asimismo, no permiten el estiramiento completo del músculo y, por este motivo, lo debilita. Cabe destacar que la situación con este tipo de puntos se puede complicar puesto que extiende el dolor a zonas alejadas de la palpación, lo que provoca un mayor malestar al paciente.

Latentes

A diferencia de los anteriores, los puntos gatillo latentes solo duelen cuando se palpan, por lo tanto, se sobrellevan mejor que los anteriores. Ahora, igualmente, es imprescindible que los tratemos con el fin de que no vayan a más.

Centrales

Son aquellos puntos localizados cerca del centro de la fibra muscular.

Clave

Es el responsable de la activación de uno o más puntos gatillo. Al desactivarlo, también se desactivan los satélite. Esto indica la importancia de tenerlos controlados para poder alejar el dolor de nuestro cuerpo.

Satélite

Es aquel que es activado por el punto gatillo clave. Por ello, si tenemos controlado este último, reduciremos el problema en gran medida.

Primario

Por último, el punto gatillo primario se activa a través de un movimiento repetitivo. Otro de los motivos es por la sobrecarga aguda o crónica. Ahora, cabe destacar que no media otro músculo en la activación.

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Técnicas de punción seca

Si hablamos de la metodología para tratar las contracturas, tenemos que centrarnos concretamente en dos técnicas.

Punción superficial

En la técnica de la punción superficial, se introduce la aguja a una profundidad máxima de 1 centímetro en el tejido celular subcutáneo, sin llegar a penetrar en el músculo. Tras la punción, se realiza tratamiento conservador sobre el punto gatillo. Este eleva el umbral del dolor y facilita el tratamiento.

Punción profunda

Por otro lado, en la punción profunda, las agujas se introducen hasta alcanzar el punto gatillo. De este modo, el tamaño de la aguja dependerá de la profundidad del músculo dónde este se encuentre, puesto que debe estimularse con este objeto introduciéndolo y sacándolo, o haciéndola girar. Posteriormente se emplea otro tratamiento superficial para eliminar por completo el dolor.

Otras técnicas y tratamientos

En todo caso, es aconsejable acompañar la punción con otras técnicas o tratamientos (conservador o superficial). Entre ellos se encuentran la aplicación de sprays de frío y estiramientos, la contracción voluntaria del músculo; y la liberación o liberación por presión. De este modo, será mucho más efectiva y acabaremos cuanto antes con el problema que está dañando el cuerpo del paciente y le está provocando un malestar constante.

Como cualquier otra técnica de tratamiento, el éxito de la punción seca viene determinado por numerosos factores. Por ejemplo, mantener unos malos hábitos posturales o no realizar posteriormente los ejercicios recomendados por el profesional son solo algunas de las causas por las que no se solucione el problema. Aún así, las probabilidades de éxito son muy elevadas, especialmente si el material utilizado es el adecuado y si se deja esta técnica solo en manos de profesionales.  

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