No beber agua ¿Cuáles son las consecuencias para nuestro organismo?

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El agua es esencial para nuestro organismo porque el el cuerpo la utiliza para atender a las reacciones químicas, eliminar residuos, regular a temperatura y distribuir nutrientes. Además, controla la temperatura corporal y lubrica las articulaciones y ojos. Por ello, no beber agua puede provocar la ausencia de funciones esenciales en nuestro cuerpo. En este artículo te contamos cuáles son.

¿Cuánta agua perdemos al día?

Nuestros cuerpos están perdiendo agua constantemente, aunque nos esforcemos por mantenernos hidratados. De hecho, un adulto con un nivel de vida normal que no realice mucha actividad deportiva pierde en torno a 2 o 3 litros de agua al día:

  • 1500 ml al orinar cuando los riñones excretan.
  • 500 ml cuando la piel transpira y se evapora.
  • 300 ml por parte de los pulmones.
  • 200 ml en el canal digestivo.

Para mantener el nivel de agua que el cuerpo necesita para funcionar en el día a día, la ingesta de agua debe equilibrarse con la pérdida de agua. Regulamos el nivel de agua de nuestro cuerpo a través de la comida y la bebida, que a menudo se desencadena por la sed y el apetito. No reemplazar el agua perdida de nuestro cuerpo, puede llevar a la deshidratación.

La deshidratación, el mayor peligro de no beber agua

El agua tiene un papel fundamental en todas las tareas primordiales del cuerpo. Controla la temperatura, se deshace de residuos, distribuye oxígeno y nutrientes a las células, aporta protección a los tejidos y reduce el impacto de las articulaciones. La deshidratación se produce si no se bebe suficiente cantidad de agua.

No beber agua perjudica al organismo

Podemos definir la deshidratación como la pérdida del peso corporal de un 1% o más a causa de la pérdida de líquidos. Pueden aparecer problemas de salud graves si el líquido de nuestro cuerpo no es repuesto. Aunque la cantidad variará en función de la comida que consumamos -no hidrata lo mismo un filete que un trozo de sandía-, normalmente deberíamos beber alrededor de 6 a 8 vasos de agua diariamente. En caso de personas muy activas o que viven en zonas cálidas, pueden necesitar más cantidad de agua al día.

Síntomas de la deshidratación

La sed no es la única que alerta de la deshidratación: cuando el organismo empieza a tener sed, ya ha perdido entre 2 y 5 vasos de agua y empiezan a notarse otros síntomas. Las primeras señales que anuncian la deshidratación son los dolores de cabeza, la sed, el mareo o la irritabilidad.

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Si se pasa mucho tiempo sin beber, pueden acusarse más y pueden conducir a visión borrosa, cansancio, fatiga y desvanecimiento. En el caso de que una persona se esté deshidratando, la memoria a corto plazo se reduce un 7% y la concentración y la memoria cerca de un 13%.

Cuando nuestro cuerpo se deshidrata, las terminaciones nerviosas del hipotálamo del cerebro, donde se encuentra el centro de la sed (OCPTL), emiten alertas para liberar una hormona antidiurética. Esta alcanza los riñones y produce acuaporinas, proteínas que se encuentran en las membranas de las células y que transfieren moléculas de agua, posibilitando que la sangre almacene más agua en el organismo. Cuando esto ocurre, la orina se oscurece y su olor es más fuerte.

Si la deshidratación sigue su proceso, los vómitos y las nauseas aparecen, al igual que el rendimiento se reduce en un 30%, junto con la pérdida de peso corporal en 5%.

¿Cómo afecta el no beber agua al rendimiento deportivo?

El ejercicio hace que perdamos más líquidos: en caso de jornadas con actividad intensa, la pérdida puede llegar a ser de 4 litros por hora. El problema de esto es que el 90% de nuestro agua proviene del plasma sanguíneo, así que no beber agua durante el ejercicio minimiza la cantidad de sangre en el cuerpo, lo que provoca que el sistema circulatorio trabaje con más intensidad para bombear sangre y suministrar suficiente oxígeno a los músculos que están activados.

Por tanto, al tener que emplear más energía y sangre para las funciones básicas, el ejercicio no resultará tan eficiente ya que nuestro organismo no funciona de manera adecuada, tal y como lo hace cuando consumimos suficiente agua. Como consecuencia, nuestro rendimiento se reduce considerablemente.

Es malo no beber agua al hacer deporte

Consecuencias de no beber agua a largo plazo

Retención de líquidos

Sorprendentemente, no beber suficiente agua es uno de los principales culpables de la temida retención de líquidos que tantos kilos indeseados nos hace ganar. Si no bebes lo suficiente, los riñones no pueden drenar los líquidos concentrados en el cuerpo, y esto hará que tu hígado haga un trabajo extra. El hígado trabaja duro para convertir la grasa corporal en la energía, pero si tiene que hacer el trabajo del riñón, se aferra a la grasa extra que sí habría quemado de haber tenido suficiente agua.

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Problemas articulares

Cerca del 80% del cartílago está compuesto por agua. Un deshidratación constante puede mermar el cartílago y provocar problemas en articulaciones, con enfermedades como la artritis. La deshidratación puede causar también que los discos que componen la columna vertebral, se vuelvan propensos a sufrir hernias.

Pérdida de elasticidad en la piel

La deshidratación luchará contra las ventajas de cualquier producto hidratante que utilicemos, como las cremas u otros líquidos para la piel. Este tejido necesita ser hidratado desde dentro. Beber agua puede ahorrarnos muchos disgustos y dinero.

Acidez estomacal

El sistema digestivo necesita de agua para realizar un trabajo óptimo. Casi el 99% de la mucosa del estómago se compone de agua. Este moco impide que ácido deshaga el revestimiento del estómago. Sufrir acidez, indigestión y estreñimiento son otros de los problemas de no beber agua. Cuando sufrimos una deshidratación fuerte, aparecen los dolores de cabeza, náuseas y vómitos.

Hinchazón abdominal

La zona abdominal se hincha por consecuencia de la deshidratación. Si el organismo no recibe el suficiente líquido, las células albergarán el líquido. Aunque realicemos algún deporte y llevemos una dieta reducida en grasas, el líquido que se almacena puede amontonarse en el estómago.

Estreñimiento

El agua promueve la buena digestión y las deposiciones regulares, manteniendo las heces blandas y moviéndolas fácilmente a través del tracto digestivo. No beber suficiente agua puede hacer que su cuerpo extraiga agua de las heces para compensar la pérdida de líquido, lo que lleva a que las heces sean más duras y firmes y más difíciles de evacuar. Si tus evacuaciones intestinales son irregulares y poco frecuentes, intenta beber más agua para aflojarlas y aliviar el estreñimiento.

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