El saludo al sol es un ejercicio dinámico para calentar que se conforma de doce posturas que se conectan con la respiración. El saludo al sol se considera uno de los ejercicios de yoga más completos que hay. En las clases de yoga se usa un precalentamiento para iniciar la elasticidad y la concentración, pero también se hace como una práctica completa. La causa por la que se considera un ejercicio tan efectivo es su conjunción de la respiración consciente con las principales asanas o posturas de yoga, lo que deja la mente, el espíritu y el cuerpo relajado, atento para otras prácticas, como las tareas de la vida diaria o la respiración.
Muchos piensan que la secuencia de posturas de yoga no son tan antiguas como los veda -los libros más antiguos que existen-, la verdad es que fue creada por el indú Bala Sahib a inicios del siglo pasado como un ejercicio para desarrollar la potencia muscular y la flexibilidad. Se creó gracias a Louise Morgan, una periodista británica, mediante un libro que fue publicado en 1938, llamado “The ten point to helth”, de forma que su práctica y sus ventajas lograron alcanzar el éxito en occidente.
Consejos para realizar las posturas del saludo al sol
El espacio
Lo mejor es preparar un espacio del que se disponga en casa: un jardín, una habitación, etc en el que se tengan los metros suficientes como para poder hacer las posturas sin incomodidades.
Concentración
Es fundamental que nada ni nadie sea fuente de distracción. Un elemento importante para conseguir los beneficios del saludo al sol es propiciar, la concentración de la mente y enfocarla en lo que se está haciendo, además de tonificar el cuerpo. Si se logra hacer una programación con días y horarios y un espacio en el que poder realizar el ejercicio sin que nada ni nadie moleste, concentrarse no será tan complicado, de hecho esa pensado para fomentar una concentración que es milagrosa.
Al comienzo del día
El saludo del sol se puede hacer en cualquier momento, pero se recomienda que se haga con el amanecer o cuando nos levantamos. Se aconseja que se practique antes de iniciar otra actividad, es decir, antes d desayunar y nada más despertar. Lo mejor es levantarse 10 minutos antes y como gratificación se recibirá toda la energía que se requiere para llevar bien el día. Solo se necesitan unos días para corroborarlo.
Reposo y conciencia
Cuando se acabe el ejercicio, es recomendable relajarse unos minutos boca arriba en una postura que sea cómoda y en la que se pueda descansar, dejar fluir la respiración y el pulso y ser consciente del estado de la mente y del cuerpo.
Disciplina
Para sentir los efectos de la práctica del saludo al sol, es necesario que se adquiera una disciplina. Lo mejor es hacerlo todos los días, no pasará nada si un día no se puede hacer por cualquier motivo, pero es mejor intentar priorizar esta disciplina como un objetivo primordial diario. Puede ser que en algunos momentos de un poco de pereza, pero en cuanto se adquiere el ritmo, el bienestar que se logra es incomparable, la salud y la felicidad brillan con fuerza.
Calma
Si nunca se ha realizado yoga, lo ideal es comenzar con el saludo al sol. La idea no es tratar de hacerlo a la perfección, da igual si en un inicio cuesta más trabajo realizar sus postura, con paciencia y perseverancia se otorga al cuerpo la fuerza y flexibilidad que se necesita.
¿Practicas este ejercicio diariamente? ¿Te costó hacerte a la rutina? ¡Cuéntanos los beneficios que te aporta diariamente!