La parálisis del sueño es un trastorno que ocurre en el período de transición entre el sueño y la vigilia, es decir, justo antes de despertar. Durante la parálisis del sueño, el cerebro se despierta, pero el cuerpo no, por lo que es imposible realizar cualquier movimiento. Pero, ¿sabes en qué consiste la parálisis del sueño y por qué existen representaciones artísticas espeluznantes sobre ella? En nuestro artículo de hoy te revelamos los detalles de este trastorno que afecta a muchas personas alrededor del mundo y, sobre el que incluso, existe un documental.
¿Qué es la parálisis del sueño?
Como ya adelantábamos, la parálisis del sueño ocurre antes de despertar y se caracteriza por la incapacidad de movimiento. Durante este período la persona que lo padece está totalmente consiente y es capaz de ver, oír y tocar, pero no puede moverse ni hablar. Pese a que es un trastorno poco conocido, muchas personas alrededor del mundo lo padecen y se recoge dentro de la clasificación internacional de los trastornos del sueño como una parasomnia.
Las parasomnias son alteraciones que se presentan desde la infancia o la adolescencia y suelen durar hasta que la persona es adulta. Las parasomnias se clasifican según el momento del sueño en el que se presentan; como es el caso de la parálisis del sueño. Pero, ¿por qué ocurre este trastorno? La principal causa es una disociación (falta de conexión) entre el nivel de alerta y la atonía muscular; es decir, entre los encargados de generar la relajación muscular de los movimientos oculares rápidos y los que deben mantenernos en alerta. Incluso se cree que pude ser consecuencia de la narcolepsia.
Causas de la parálisis del sueño
La parálisis es una disociación y, tal vez, una consecuencia de la narcolepsia. Pero existen factores externos que pueden hacer que tengas alguno de estos episodios. Para empezar, una persona puede ser víctima de la parálisis por la forma en la que duerme. Esto va desde no seguir una rutina para dormir fija y con horarios irregulares, falta de sueño e incluso la postura. Es más frecuente que una persona que duerme boca arriba tenga un episodio de parálisis del sueño. En cuanto a los horarios debemos destacar a las personas que tienen horarios nocturnos o aquellos viajeros muy frecuentes que se someten a mucho jet lag.
La parálisis del sueño no solo ocurre al momento de despertar, también es posible que algunas personas sufran de estos episodios al quedarse dormidas, es decir, a la inversa; en el período que va de la vigilia al sueño. A este tipo de parálisis se le llama predormicional o hipnagógica. La más característica es la que ocurre antes de despertar y se le llama hipnopómpica.
Antiguamente se pensaba que la parálisis del sueño era ocasionado por diversos seres mitológicos, fantásticos y que suelen copar las leyendas y películas de terror. Pero, ¿no es posible que, a raíz de la parálisis del sueño, el imaginario popular creara a estos seres? Hablamos por ejemplo de los vampiros, las brujas, los extraterrestres, los súcubos o íncubos (demonios) y espíritus o fantasmas. ¿Sabías que en México cuando una persona sufre un episodio le dicen que se le ha subido el muerto?

Tipos de parálisis del sueño
Además de la parálisis hipnagógica e hipnopómpica, existen otros tipos de parálisis: forma aislada, familiar o patológica:
- La parálisis del sueño aislada ocurre a personas sanas, pero bajo muchos niveles de estrés o ansiedad. También puede ser que los episodios ocurran si la persona tiene un sueño poco reparador o fragmentado (si te despiertas muchas veces por la noche). Es muy común que estas personas tengan la parálisis del tipo hipnopómpica o al despertarse.
- El tipo más raro de parálisis del sueño es el familiar. Esto es cuando varios miembros de una misma familia sufren este trastorno.
- La parálisis del sueño asociada a una patología hace referencia a un padecimiento en concreto: la narcolepsia. Esta enfermedad se caracteriza por tener mucho sueño durante el día y quedarse dormido de forma repentina, sin poder evitarlo.
A menos que vayas con un especialista que te someta a distintas pruebas para confirmarla, la parálisis del sueño es fácil de diagnosticar. Para una persona que sufre episodios habituales es fácil distinguirlo del resto de trastornos similares. Por ejemplo, puede confundirse con los terrores nocturnos, pero la principal característica de la parálisis es la incapacidad de movimiento. Otros problemas con los que podría confundirse la parálisis son los ataques de pánico, los sueños lúcidos o el estrés postraumático.
¿Qué ocurre durante la parálisis del sueño?
Estás en la cama y notas que hay una presencia o ente junto a ti. Puede tratarse de un espíritu, un espectro, una criatura deforme, un alien e incluso un asesino en serie (¿por qué no?) Los monstruos de nuestra cabeza pueden adoptar cualquier forma con tal de perseguirnos. Y eres consiente de que hay algo o alguien cerca; en el umbral de la puerta, junto a la cama e, incluso, en cuclillas sobre el pecho cortándote el paso del aire.
La angustia se apodera de ti. Quieres gritar y pedir ayuda pero la voz se queda atrapada en tu garganta y el cuerpo no te responde. Y el ente que se te aparece está a punto de devorarte. Lo peor de todo es que no es un sueño porque eres capaz de verte tendido en la cama y con el pijama que te pusiste la noche anterior. Después de muchos intentos por fin logras despertar y el ser que estaba junto a ti y el miedo desaparecen. Todo queda en un episodio que es probable que se repita, incluso, al poco de haber salido del primero.
Aunque los episodios de parálisis del sueño suelen durar entre 2 y 3 minutos, la persona que lo padece puede sentir que se trata de una eternidad. Es muy probable que una persona que sufre este trastorno tenga muchos episodios aislados a lo largo de su vida; sin embargo, es posible que, dependiendo del nivel de cansancio o estrés, hayan épocas en las que los episodios ocurran con mayor frecuencia.

Características de los episodios
La principal característica, además de la incapacidad de movimiento, son las alucinaciones que se traducen en un ser o criatura que se puede ver, oír y sentir. El monstruo que aparece durante el episodio varía dependiendo del entorno sociocultural de la persona. Así, por ejemplo, en las regiones del Himalaya es posible que se visualice al Yeti; en países con altos índices de criminalidad, tal vez asesinos seriales. En España, por ejemplo, el monstruo más temido es el Coco; o quizá si has visto una película de terror, las alucinaciones sean con espíritus, demonios, payasos y un largo etcétera.
Durante la parálisis del sueño, además de las alucinaciones visuales, es posible tener alucinaciones táctiles y auditivas. Dentro de las táctiles es común sentir que el colchón se hunde, que alguien se sienta en la cama junto a nosotros, que nos quitan las sábanas, que alguien nos coge de las manos; también es posible sentir, por ejemplo, la respiración o aliento de la alucinación sobre nosotros. Las alucinaciones auditivas se manifiestan, principalmente, por escuchar voces humanas en forma de gritos o susurros. Los zumbidos, chillidos o vibraciones son también frecuentes.
Sin duda las sensaciones más aterradoras de los episodios de parálisis del sueño son las de angustia. Aquí se vienen una avalancha de emociones. Dificultad para respirar, sensación de asfixia y estrangulamiento y mucho miedo. Básicamente porque se cree que la presencia que está en la habitación tiene la capacidad para atacarnos.
Tratamientos
No existe un tratamiento en específico. Lo que se recomienda es adquirir mejores hábitos de sueño, siguiendo una rutina regular. También se aconseja descansar el tiempo adecuado y evitar largas siestas. Si el episodio es inevitable y, una vez que te encuentras dentro de él, lo mejor mantener la calma e intentar relajarse. Hay que tener en mente que el episodio es temporal y que el ente o presencia que se encuentra cerca no es real. Una vez que el episodio ha terminado, es necesario levantarse de la cama, beber agua y mantenerse despierto unos minutos, para evitar hilar un episodio con otro.