Antes de ponernos a hablar sobre ejercicios específicos para combatir la ciática, es importante explicar qué es. Este término generalmente se utiliza de forma errónea y su definición da lugar a equívocos. Por ejemplo, este dolor se confunde muchas veces con un simple lumbago, pero no son lo mismo.
La ciática constituye más un conjunto de síntomas que un diagnóstico en sí mismo. Esto significa que, aunque puede reconocerse y tratarse porque a nivel sintomático es fácil de identificar, no siempre se sabe la causa del dolor. En general, «ciática» es el término que se utiliza para explicar cualquier sintoma o síntomas dolorosos que se producen alrededor del nervio ciático. Técnicamente se refiere al dolor que surge debido a la compresión o irritación de uno o más de los nervios de la parte baja de la espalda que conectan con el nervio ciático. Y, como ya hemos mencionado, existen múltiples causas que pueden provocar este dolor.
El nombre médico para esta dolencia es radiculopatía, que siginifica que el nervio radicular (la raíz del nervio) en la zona lumbar está siendo irritado o pinzado. Esto puede ocurrer por estenosis lumbar, por una hernia discal o por cualquier otra lesión de la zona baja de la espalda. El nervio ciático va desde la zona baja de la espalda hasta la parte de atrás de los muslos, y se ramifica hacia el resto de la pierna, el pie, y los dedos. El dolor de la ciática puede experimentarse en cualquier parte de esta ruta, incluyendo la zona lumbar, las nalgas, la parte posterior del muslo, el gemelo, los pies e incluso los dedos de los pies.
Ejercicios para la ciática
Antes de comenzar a ejercitarse, es necesario obtener un diagnóstico exacto de la causa de nuestro dolor por dos razones:
- En primer lugar, porque los ejercicios recomendados dependerán de la causa subyacente de la ciática.
No es el mismo tratamiento para un pinzamiento aislado del nervio ciático (en el que sólo hay que desbloquear éste para acabar con el dolor) que un tratamiento por hernia discal. Los ejercicios cambian y se adaptan también en función de en qué parte del cuerpo sintamos el dolor. - Y en segundo lugar, porque el dolor del nervio ciático puede estar asociado a una condición médica más seria que debe ser descartada antes de comenzar (como una infección, tumores o fracturas). Estos casos son los más raros, pero al requerir atención médica urgente, es necesario descartarlos antes de comenzar a ejercitarse.
Una vez identificada la causa de la ciática, podremos ponernos manos a la obra con los siguientes ejercicios en función de cuál haya sido nuestro diagnóstico