Son muchas las personas contagiadas que tienen que estar en casa aisladas para superar el coronavirus y no poner en riesgo la vida de otras personas. Ahora, para superar las horas muertas, una de las formas es hacer deporte. Pero, ¿está recomendado practicarlo? En este artículo hablaremos de si es posible entrenar en casa si estás contagiado de coronavirus COVID-19.
Entrenar en casa si estás contagiado de coronavirus COVID-19
Entrenar en casa si estás contagiado de coronavirus COVID-19 es posible, pero, siempre que tengamos en cuenta ciertos requisitos. En primer lugar, cómo nos encontramos. ¿A quién le apetece hacer ejercicio con tos, fiebre y fatiga? Cada uno de nosotros, si estamos infectados, deberemos decidir si nos conviene o no hacer deporte.
Otro de los factores que debemos tener en cuenta es si convivimos o no con alguien. ¿El motivo? Si estamos infectados y convivimos con otras personas se nos recomienda aislarnos concretamente en una habitación. Si en esa habitación tenemos la posibilidad de movernos con libertad, una buena opción es hacer deporte, llenarnos de energía y ponernos en forma a la vez que superamos el virus. Ahora, si el espacio es pequeño, seguramente cualquier movimiento nos resulte incómodo.
Recomendaciones a la hora de entrenar
En general, no existen recomendaciones diferentes para el entrenamiento a las ya dadas para nuestra vida diaria. Las recomendaciones de la OMS aplicables a toda la población son lavarnos las manos a fondo y a menudo. Si no tenemos agua y jabón a mano, podemos usar un desinfectante a base de alcohol.
Evitaremos tocarnos la cara, la nariz, los ojos y la boca. A la hora de toser o estornudar, lo haremos tapándonos con el codo doblado -nunca en las manos- o en un pañuelo de papel. Estos pañuelos se tienen que desechar una vez usados, no se vuelven a guardar en el bolsillo. Siempre seguiremos las normativas e indicaciones de seguridad dadas por las fuentes oficiales.
En nuestros domicilios podemos seguir entrenamientos muy completos, incluso con poco material, lo cual resulta muy cómodo en un caso así.
Practicar ejercicio aeróbico en casa
Cuando nos hablan de ejercicio aeróbico siempre nos viene a la mente la carrera, la bicicleta, el senderismo… Es cierto que se trata de actividades aeróbicas, pero no son las únicas. Sobre todo debemos tener presente que no solamente tenemos estas alternativas cuando queremos entrenar el ejercicio aeróbico. También lo podemos hacer en casa.
Es cierto que si nos dicen que el ejercicio aeróbico lo vamos a trabajar en nuestro hogar, nos puede llegar a sorprender, pero esto no debe ser un problema. El ejercicio aeróbico o entrenamiento cardio se puede entrenar perfectamente en casa conociendo los ejercicios adecuados y la mecánica para conseguirlo.
Saltar a la comba

Para comenzar, nos vamos a detener en un clásico, el salto a la comba. Saltar a la comba no es solo cosa de niños. Sin movernos de un mismo lugar, y solo mediante saltos, trabajaremos de manera muy completa. Para ello solo necesitaremos una comba y nuestro propio cuerpo.
La manera de hacerlo será agarrando con cada mano uno de los extremos de la comba, cuidando que sea lo suficientemente larga para que pase por encima de nuestra cabeza y por debajo de los pies. Lo bueno de este ejercicio es que el trabajo y la involucración de los músculos del cuerpo es total. Esto es lo que hará que el trabajo aeróbico sea elevado.
Burpees
En segundo lugar nos vamos a detener en otro clásico a la hora de entrenar aeróbicamente hablando. Se trata de los burpees. Sin salir de una habitación de nuestro hogar los podemos llevar a cabo. Para ello solamente necesitaremos una superficie sobre la que nos colocaremos boca abajo con las palmas de las manos apoyadas en el suelo y apoyando también la punta de los pies.
En esta postura, y con el cuerpo estirado, sin quitar las manos del suelo, lo que haremos será adelantar los pies hacia delante, a la altura de las manos, para apoyarlos en el suelo. Una vez apoyados, y mediante la acción de las piernas, nos propulsaremos hacia arriba. Mientras nos propulsamos hacia arriba daremos un salto a la vez que estiramos los brazos. Al caer al suelo nos volveremos a agachar y apoyar las manos en el suelo, para llevar otra vez el cuerpo hacia atrás y regresar a la postura inicial.
Salto con rodillas al pecho
Como tercera alternativa vamos a destacar un ejercicio sencillo pero efectivo. Se trata del salto con rodillas al pecho. Para ello simplemente necesitaremos nuestro cuerpo y un lugar acolchado como un alfombra, moqueta o esterilla que absorba el impacto que vamos a desarrollar con este salto.
Para su ejecución nos colocaremos de pie mirando al frente. Las piernas las situaremos separadas, de modo que queden paralelas a los hombros. Los brazos al principio estarán relajados, pero a lo largo del ejercicio nos servirán para propulsarnos y controlar la postura evitando perder el equilibrio.
Lo que debemos hacer es, mediante un salto, elevar las piernas doblando las rodillas, como si fuésemos a tocar el pecho con ellas.