La rabdomiólisis, es una enfermedad que ha estado ligada con personas que han sufrido ciertos accidentes como los de tráfico o terremotos, pero en la última década se ha convertido en algo muy frecuente en el deporte, especialmente en el crossfit, que implica levantar grandes cantidades de peso para las que es importante sentirse preparado para evitar consecuencias graves.
En el deporte marcarse unos objetivos y cumplirlos siempre está bien, pero en cualquier momento se debe tener presente cuales son nuestros límites e intentar no excedernos demasiado. Si sobrepasamos los límites las consecuencias pueden ser catastróficas para la salud, no solamente porque aparecen lesiones graves que pueden acabar con la práctica deportiva durante mucho tiempo, sino también porque aparecen enfermedades que pueden dejarte inútil para deporte durante toda la vida.
La rabdomiólisis se refiere a la rápida reducción del músculo estriado provocada por un grave desgarro que se ha producido en la práctica deportiva.
Cuando la lesión se produce, lo que sucede es que los productos que resultan de la desintegración de las células de los músculos se disuelven en la sangre, que se filtrará a través de los riñones, para que los que muchos de estos productos, especialmente la mioglobina, son muy tóxicos.
Por esta causa, se producen un conjunto de afecciones; como mareos, dolor y vómitos, y poco a poco acabarán en una insuficiencia renal, que si no se remedia, acabará en fallos sucesivos de otros órganos y a posteriori en la muerte.
La relación de la rabdomiólisis con el deporte
Como comentaba antes, recientemente la rabdomiólisis era frecuente en supervivientes de derrumbes, accidentes de tráfico, terremotos y cualquier otro suceso que provocara lesiones por una gran cantidad de peso. En cambio, actualmente este problema ha aparecido entre los deportistas, provocando consecuencias muy graves, especialmente en el crossfit.
Cuando se practica crossfit el cuerpo se lleva al límite, ya que se desea ser más rápido, cargar más peso y mejorar la resistencia, pero hay que ser consciente de que este proceso lleva un tiempo y que no puede conseguirse a la ligera.
Lo primero que debes hacer es contactar con un entrenador para que te marque objetivos poco a poco y tengas una mirada responsable que controle la carga que levantas y si en algún momento llegas al sobrenetrenamiento. En cambio, lo mismo que puede suceder en el crossfit aparece en otros deportes, siendo los factores de riesgos principales: Clima con temperaturas altas y húmedo que reduzcan la cantidad de filtrado renal glomerular y provoquen deshidratación.
Es evidente que siempre es necesario tener una planificación y programación correcta, ya que muchos no son conscientes de la falta de responsabilidad al basar sus entrenamientos en el “cuánto más, mejor”.Un riesgo mayor tiene los que tiene un nivel fitness bajo conseguido con un entrenamiento básico, o las personas que vuelven a practicar crossfit después de dejar un tiempo la actividad.
Resulta sumamente importante contar con el asesoramiento personalizado por parte del entrenador preparado para que aprenda con la base de los ejercicios y entrenamientos de intensidad baja e subir poco a poco de nivel.