El cáncer de cuello uterino es una causa común de enfermedad en las mujeres. Es importante dar a conocer este tipo de cáncer principalmente porque es una enfermedad muy silenciosa y también porque el mayor factor de riesgo es infeccioso. Esta enfermedad puede ser fatal en algunos casos, sin embargo si es detectada a tiempo el pronóstico suele ser muy bueno. A continuación te explicaremos cuál es el método para detectar el cáncer de cuello uterino a tiempo, y cómo lo puedes prevenir.
Normalmente el cáncer de cuello uterino no da síntomas inicialmente, es decir, que a medida que se va desarrollando lentamente, las mujeres que lo padecen no se dan cuenta. Los síntomas aparecen cuando la enfermedad es avanzada generalmente. Algunos síntomas que puede presentar una mujer con cáncer de cuello uterino son sangrado vaginal (sobretodo después de tener relaciones sexuales), descarga o flujo vaginal inusual, dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales.
Lo primero que debes saber acerca del cáncer de cuello uterino es que el principal factor de riesgo es la infección por Virus de Papiloma humano (VPH). Este virus se contrae mediante las relaciones sexuales. Las personas que tienen múltiples parejas sexuales o que son sexualmente activos a una edad muy joven tienen un riesgo aumentado de portar el VPH, así como las personas que tienen un sistema inmunológico débil, que no defiende al cuerpo adecuadamente ante las infecciones.
El VPH, en conjunto con otros factores, ocasionan un cambio en las células del cuello uterino, lo que genera células anormales. Éstas células anormales son las que se buscan al momento de hacer la prueba de citología vaginal o Papanicolaou. La citología consiste en la toma de células del cuello uterino y de la vagina con un cepillo y un hisopo, y luego evaluar las características de las células en un microscopio para determinar si existe algún cambio fuera de lo normal en las mismas. A esta misma muestra tomada de la vagina y el cérvix se le puede hacer un examen para determinar la presencia del VPH en estas células, y también se determina el tipo de VPH, para determinar si es un tipo de virus carcinógeno.
La frecuencia con la que se debe realizar una citología es en mujeres de 21-29 años cada 3 años, y en mujeres de 30-65 años cada 5 años, y se recomienda en este grupo incluir el examen que detecta la presencia del VPH. En algunos países donde es más común el cáncer de cuello uterino se recomienda a las mujeres hacerse una citología anual, en conjunto con su consulta ginecológica. Si eres una persona de alto riesgo, que inició las relaciones sexuales temprano, que ha tenido múltiples parejas sexuales, que tiene algún compromiso de su sistema inmunológico, fumas, o que durante el embarazo su madre haya consumido una droga llamada dietilestilbestrol (DES), te recomendamos que consultes a tu ginecólogo y solicites que te realice una citología vaginal o un Papanicolaou.
Ahora, ¿cómo podemos prevenirlo? La mejor manera de prevenirlo, es detectar los cambios en las células antes de que se conviertan en cáncer de cuello uterino. La única manera de realizar esto, es mediante una citología períodica, para determinar si hay infección por VPH o si ya hay algún cambio celular que amerite algún tratamiento para evitar que avance. Además de tu Papanicolaou, puedes también prevenir el cáncer cervical de otras maneras, como evitando la exposición al VPH, es decir, procurar ser sexualmente responsable y evitar la promiscuidad. También dejar de fumar te ayudará a evitar la aparición del cáncer de cuello uterino. Y por último, existe una vacuna contra el VPH, la cual tiene ciertas indicaciones para ser colocada, y lo discutiremos en un próximo artículo.
Recuerda siempre consultar a tu médico si tienes alguna duda o inquietud, y recuerda siempre realizarte tu citología vaginal periódica.
Referencias