Que una mujer se quede embarazada no significa que deba dejar totalmente su entrenamiento durante nueve meses. Solo en situaciones muy específicas, como un embarazo de riesgo, el médico puede aconsejar reposo, pero toda mujer deportista puede seguir entrenando. Por este motivo hoy te explicamos los beneficios del entrenamiento de fuerza durante el embarazo.
Antes, sin embargo, queremos aclarar que no debe iniciarse una rutina deportiva de este tipo si no se ha entrenado antes del embarazo. Si este es tu caso, puedes hacer posturas de yoga sencillas o gimnasia exclusiva para embarazadas, pero no te aconsejamos entrenamientos de fuerza.
¿Qué beneficios tiene el entrenamiento de fuerza durante el embarazo?
A una mujer que está embarazada se le suele recomendar asistir a clases de pilates o yoga que se centren, entre otras cosas, en fortalecer el suelo pélvico. Sin embargo, hay estudios que han demostrado que el entrenamiento cardiovascular a baja intensidad también es muy beneficioso para una mujer embarazada y que el entrenamiento de fuerza, si la rutina está muy estudiada, puede serlo incluso más.
Uno de los principales beneficios del entrenamiento de fuerza es que fortalece la espalda, una zona del cuerpo que suele sufrir bastante durante el embarazo y que a muchas mujeres les duele según va desarrollándose el bebé. Esto es porque el aumento de la barriga, sumado al aumento de peso, hace que se adopte una postura más cómoda pero, a la vez, más perjudicial, la de curvar la zona lumbar.

Como cualquier otro entrenamiento, el de fuerza puede ayudar a la mujer a no aumentar de peso de forma excesiva, algo que suele ocurrir con bastante frecuencia. Además, el deporte prepara el cuerpo para el momento del parto.
También se ha comprobado que las mujeres que se han mantenido físicamente activas durante el embarazo tienen partos más cortos porque la fase de dilatación es más breve.
Consejos para seguir con un entrenamiento de fuerza durante el embarazo
Durante el embarazo es aconsejable contar con la opinión del médico para decidir si seguir o no con un entrenamiento deportivo sea del tipo que sea. Si no hay ningún motivo para abandonar la práctica deportiva, lo mejor será contar con la ayuda y supervisión de un entrenador personal especializado en embarazadas
Si decimos esto es porque hay entrenadores personales que no conocen todas las necesidades de una mujer embarazada, así como por los peligros que puede acarrear el hacer determinados movimientos o ejercicios.

Este entrenador personal tendrá que hacer una rutina adaptada al estado físico de la mujer y tendrá que hacer variaciones según responda su cuerpo a lo largo de los nueve meses de embarazo. Esto significa que una rutina que se está siguiendo muy bien durante los dos o tres primeros meses, puede ser demasiado dura en el séptimo, por lo que tendrá que readaptarse.
¿Y los ejercicios de Kegel?
Se habla mucho de la importancia de los ejercicios de Kegel para embarazadas porque refuerzan el suelo pélvico. Recomendamos incluirlos siempre en el entrenamiento, ya que puede ayudar en el parto y en el posparto.
Se aconseja realizar este tipo de ejercicios a partir del segundo trimestre. Después de dar a luz se recomienda dejar pasar un par de días para retomarlos, a menos que haya habido algún tipo de complicación y sean necesarios unos cuantos días más de descanso y reposo.
Otras recomendaciones
Es muy importante no forzar el cuerpo durante una rutina deportiva cuando se está embarazada. Si no se llega, no pasa nada porque lo más importante es mantenerse activa durante el embarazo.
También es muy importante mantener una buena alimentación, ya no solo para el correcto desarrollo del bebé, también por la salud de la madre. Nosotros aconsejamos contar con la ayuda y opinión de una nutricionista, la cual debe estar al corriente de la actividad deportiva que se realiza para decidir qué tipo de alimentación seguir que beneficie tanto a la madre como al bebé.
Hay actividades físicas que no se recomiendan a una embarazada, dentro de estas se incluyen todas en la que el riesgo de caída o golpes en la zona del abdomen es alto. No se recomienda, por ejemplo, hacer esquí, kárate, polo, artes marciales, patinaje, buceo, pádel, boxeo o hípica. Tampoco se aconseja la práctica de deporte a mujeres embarazadas con hipertensión arterial o problemas cardiovasculares o de tiroides ni a aquellas que hayan sufrido un aborto previamente, tengan embarazo múltiple, placenta previa o rotura prematura de membranas. En cualquiera de estos casos el médico debería informar de que es mejor evitar la actividad física.
Ahora que conoces todos los beneficios del entrenamiento de fuerza durante el embarazo ¿qué piensas al respecto? ¿Has seguido practicando deporte durante y después del embarazo o lo harías? ¿O te da miedo que sea peligroso para el bebé? Si crees que es peligroso, te aseguramos que no lo es, siempre que te pongas en manos de auténticos profesionales.