Es sabido que la natación es el deporte indicado si cuando hay una lesión. Nadando conseguimos acortar el tiempo de recuperación de esta, a la vez que mantenemos el tono muscular. Recuperar una lesión nadando es posible, pero debemos tener en cuenta cuál es nuestra lesión y que estilo es el más recomendado.
Mantenerse activo después de una lesión es importante si quieres evitar la rigidez en el área. Sin embargo, muchos ejercicios, incluso caminar, pueden ejercer una presión adicional sobre la zona lesionada. La natación es uno de los pocos ejercicios que es realmente de bajo impacto y puede ayudarnos a seguir moviéndonos sin aumentar la tensión en la articulación o el músculo que intentamos rehabilitar.
Si estamos lesionados, el médico puede recomendamos que no pongamos ningún peso sobre la articulación o el músculo lesionado. Debido a que la natación es un ejercicio que no requiere peso adicional, es una excelente manera de movernos, aliviando así la presión sobre la lesión. Dependiendo del tipo de lesión, es posible que busquemos diferentes estilos de natación hasta que encontremos el que hace menos presión. Por ejemplo, si sufrimos una lesión en la espalda, lo mejor es que intentemos nadar de espalda, permitiendo que el agua sostenga la espalda mientras nadamos.

Que estilo me conviene para recuperar una lesión con natación?
La respuesta a esta pregunta dependerá de dónde esté localizada la lesión y de su gravedad. No es lo mismo una contractura lumbar que un problema en la articulación del hombro.
Nadaremos al estilo crol cuando suframos una lesión en la zona lumbar o dorsal, aquí destacaremos las contracturas musculares, que aunque no reviertan de gravedad el problema se puede agravar si seguimos pidiendo esfuerzos a la zona. Es importante mantener el correcto posicionamiento del cuerpo para evitar sobrecargas innecesarias. Si tenemos molestias en los trapecios o dolores cervicales no sería recomendable este estilo, a no ser que usemos la tabla y nos olvidemos de girar el cuello.
Otro estilo indicado para estos dolores sería el estilo espalda, este también es indicado para los dolores cervicales, pero lo descartaríamos si nos estamos recuperando de una operación de hombro o tenemos alguna molestia en esta zona.
Tanto el estilo braza como el estilo mariposa quedarían descartados para la gran mayoría de lesiones ya que son estilos que ponen en tensión la zona cervical (braza) o requiere de una técnica precisa y mucha fuerza para ejecutarla (mariposa).
Si nuestra lesión está localizada en el tren inferior, ya sea a nivel articular o muscular, evitaremos que el pateo sea brusco. Por lo tanto, vigilaremos la potencia con la que nos impulsaremos en el estilo crol y el estilo espalda, ya que dependiendo de la lesión, esta se puede agravar.
La natación es un ejercicio muy completo que ayuda a recuperarnos de lesiones. Es el complemento ideal para cuando no podemos salir a correr o a montar en bici, pero como todos los deportes, tiene sus propios riesgos que hay que ponderar dependiendo de la patológica que estemos sufriendo. A la menor sensación de que nuestra molestia se agrava, hay que parar automáticamente el ejercicio y acudir de forma inmediata a un especialista que es quién nos debe aconsejar sobre los ejercicios.
Que nadar ayude a recuperarnos de las lesiones no significa que con cualquier lesión nos podamos lanzar a la piscina sin más miramientos, la natación se recomienda cuando ya se ha salido de la zona aguda de la lesión y empezamos el proceso de rehabilitación.