Aunque no lo parezca, un mal comienzo en una competición de natación puede arruinar ya toda la carrera. Además de controlar los nervios antes del pistoletazo que marca el inicio, hay unos elementos imprescindibles que podrían mejorar la salida en una competición de natación. Si se memorizan cuatro aspectos fundamentales y se practican en los entrenamientos, se puede conseguir ventaja y se podrían conseguir tiempos cada vez mejores.
Elementos para mejorar la salida en una competición de natación
La postura de salida
Existen dos tipos de salida en natación, el salto de atletismo, cuando se usa el peso hacia atrás; y el salto de agarre, cuando es hacia adelante. Aunque a lo largo de los años han habido bastantes debates sobre cuál es mejor, la experiencia de muchos profesionales ha demostrado que lo ideal es coger un poco de cada tipo.
Tanto en la salida de atletismo como en la de agarre los brazos tienen que estar colgando hacia abajo con las manos justo por debajo de las rodillas en vez de cerca de la plataforma. Esto ayuda a que el cuerpo esté mucho más relajado y permite que el movimiento de las manos hacia la parte frontal sea más rápida, sencilla y cómoda. Los brazos tardarán menos tiempo en posicionarse cuando suene el pitido de inicio.

Posición del pie trasero
A veces hay una especie de cuña en la parte trasera de la plataforma para colocar el pie. Lo más importante, y suele ser un error muy común, es no apoyar el pie trasero completamente en esta cuña. Es decir, lo mejor sería que solo la parte delantera de la planta del pie se apoye en ella mientras la parte del talón queda libre.
El impulso en la salida vendrá de la parte delantera y no de la trasera, lo que hará que cuando suene el pitido el pie puede inclinarse un poco hacia atrás para impulsarnos posteriormente hacia adelante con mucha más fuerza.
Dirección de los pies
La dirección de los pies en el nado es crucial. Se ha demostrado que cuando los pies están en una posición relajada y cuelgan hacia abajo la fricción puede aumentar hasta en un 40%. Lo ideal es que los pies estén inclinados hacia atrás para reducir la fricción.
Posición de la cadera
Justo antes de entrar en el agua hay que levantar la cadera en un ángulo de 20 grados. Esta técnica es muy efectiva porque evita que se entre en la piscina con un hundimiento excesivo.
También evita que se salpique demasiado. Aunque parezca mentira, si se salpica mucho significa que el efecto de fricción es alto, por lo que la velocidad de salida disminuye.

Posición de flecha en la entrada
Aunque es una posición algo criticada, muchos nadadores de élite y profesionales la han utilizado. Se trata de una pequeña variación de la posición de flecha común en la que la barbilla se acerca al pecho y los brazos se colocan justo por encima de la cabeza con las manos sobrepuestas, es decir, poniendo una muñeca sobre la otra.
Esta postura, al parecer, causa menos efecto de fricción frontal por parte del cuerpo dentro del agua y hace que sea más hidrodinámico.
Para mejorar la salida en una competición de natación hay que memorizar todos los trucos y entrenar mucho. A diferencia de otros deportes, en natación los pequeños detalles marcan la diferencia. Una mala salida puede provocar que se pierdan unos segundos y aunque parezca poco tiempo, a veces son esos segundos los que separan a una primera posición de la segunda. Obviamente, también es muy importante el calentamiento previo para evitar lesiones y preparar al cuerpo para el ejercicio.