Las 11 secuelas más frecuentes que la COVID19 puede producir

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Desde que en diciembre de 2019 comenzó a hablarse de la Covid19, aún son muchas las incógnitas que rodean este virus. Todavía se desconocen los motivos por los que el contagio y la forma de sufrirlo es tan diverso. Hay personas que lo han pasado sin notar un solo cambio en su rutina, mientras que otras no han podido sobrevivir a sus consecuencias. Con el fin de intentar despejar tus dudas, a lo largo de este artículo nos vamos a centrar en las secuelas más frecuentes que la COVID19 puede producir. Lo principal, siempre, es ser responsable, protegiéndose a uno mismo y a su vez a los demás para evitar cada una de ellas.

Secuelas más frecuentes que la COVID19 puede producir

Teniendo en cuenta que se trata de un virus desconocido, aún no se sabe realmente cómo actúa en las personas infectadas. No obstante, es cierto que por las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento, podemos enumerar las secuelas más frecuentes que la COVID19 puede producir. Vamos a describir cada una de ellas en este apartado.

Agravación de la neumonía

Era una de las caras más preocupantes del coronavirus, la neumonía. Tras analizar el estado de salud de aquellos que han pasado por la UCI en los últimos meses y han sufrido esta enfermedad, se ha llegado a la conclusión de que ésta se ha cronificado, enfrentándose los que han estado contagiados a una inflamación recurrente. Este hecho se debe a los problemas inmunitarios que tienen lugar debido a la Covid19.

Problemas en los riñones

Si hay algo que destaca de la Covid19 es que sus síntomas son muy variados. De este modo, mientras en el punto anterior hablábamos de cómo perjudica a los pulmones, ahora nos centramos en los riñones. Según los datos aportados hasta el momento, el veinte por ciento de los pacientes que han tenido que estar en la UCI por contraer el coronavirus han necesitado diálisis para su recuperación, incluso tras salir del hospital.

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Atrofia muscular

La atrofia muscular es otra de las consecuencias graves que tiene el coronavirus. Sobre todo, afecta a aquellos pacientes que han necesitado hospitalización prolongada y ventilación asistida. Tras analizar este problema, se han creado protocolos para dar mayor movilidad a los pacientes más graves. Teniendo en cuenta la situación, no es nada fácil trasladar a una persona a una sala de rehabilitación. Es más, ni siquiera los profesionales pueden acercarse a los implicados como se debe para realizar una terapia realmente en condiciones.

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Problemas cardiorespiratorios

Otra de las secuelas más frecuentes que la COVID19 puede producir son los problemas cardiorespiratorios. El tiempo que un paciente pasa en la UCI con neumonía puede provocar problemas cardiorespiratorios incluso en los meses siguientes a la recuperación. Las personas que hayan vivido esta situación tienen cuatro veces más de posibilidades de sufrir un accidente vascular.

Daños neurológicos

Entre otras consecuencias del coronavirus se encuentran los mareos, la anosmia (pérdida del olfato), las mialgias y la cefalea. Asimismo, son muchos los pacientes que han sufrido encefalopatías, epilepsia y daños en los nervios periféricos. También se ha detectado viriasis, hipoxia e inflamación del cerebro.

Aún así, los científicos no tienen aún muy claro cómo afecta el Covid19 al tejido neuronal, pero lo que sí saben es que los daños tienen lugar debido a una combinación de los efectos de la propia infección y a la falta de oxígeno.

secuelas más frecuentes que la COVID19 puede producir

Fatiga

Incluso aquellos pacientes que ya han sido dados de alta siguen sufriendo fatiga, teniendo sensación de falta de aire y tos de forma constante. Sin duda, una situación muy incómoda que no les deja vivir con normalidad su día a día.

Trastornos de sueño

Los trastornos de sueño también forman parte de las consecuencias del coronavirus. Son muchos los pacientes que se sienten muy desorientados al pasar numerosas semanas en el hospital o por estar encerrados en su hogar. Por ello, algo tan imprescindible como es dormir, les es imposible hacerlo.

Fragilidad emocional

Son muchas las personas que se han visto saturadas debido a la situación que se ha vivido por la pandemia en los últimos meses. El miedo, la incertidumbre y la frustración son sensaciones que han acompañado y siguen acompañando a la sociedad mientras se intenta sacar una vacuna efectiva adelante. Por ello, sobre todo aquellos que han tenido que vivir una experiencia traumática en el hospital o han tenido que aislarse en una habitación de su casa para no contagiar a las personas con las que convivía, se sienten muy sensibles a cualquier experiencia externa. Así, las ganas de llorar se multiplican, sumergiéndose incluso en un estado de tristeza permanente.

Alopecia

Teniendo en cuenta que nos sentimos rotos por dentro, no ayuda el hecho de que otra de las secuelas más frecuentes que la COVID19 puede producir sea la alopecia, con la que aún nos sentimos más inseguros. Ya no es solo la debilidad del organismo, sino que también afectan los momentos de tensión que han dominado la vida de muchas personas en los últimos meses.

alopecia, una de las secuelas más frecuentes que la COVID19 puede producir

Lesiones cutáneas

Las lesiones cutáneas se han descubierto semanas después de comenzar la pandemia, ya que los expertos han necesitado en muchas ocasiones estudios más avanzados para confirmar que algunos efectos eran consecuencia del coronavirus. Aunque en principio no sean de gravedad, sí que incomodan, y mucho, a quienes las sufren. Además, al igual que con el punto anterior, estas afectan de forma directa a la autoestima del paciente.

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Pérdida de funcionalidad

No es la primera vez que oímos que hay personas que tienen que volver a aprender a andar. Debido a la cantidad de medicación que deben tomar y que no pueden moverse como lo hacen en su vida habitual, la debilidad se siente a lo largo de todo el cuerpo. Hay quienes tardan tan solo unos días en regresar a la normalidad, mientras que otros necesitan mucho más tiempo, dependiendo siempre de alguien para poder desplazarse.

Hacer frente a la Covid19

De lo que no se cansan de pedir los profesionales sanitarios es de no bajar la guardia en ningún momento. La Covid19 sigue conviviendo con nosotros, es muy contagiosa y, como hemos podido ver, no estamos hablando de un simple catarro, sino de una enfermedad que puede afectar de forma muy grave al ser humano.

Son miles las personas que han perdido su vida y son muchas las que aún tienen que hacer frente a las consecuencias de este virus que de momento no tiene una cura. Ahora, es cierto que la mejor forma de luchar contra él es estar unidos y preocuparnos no solo por nosotros, sino también por los demás.

Responsabilidad

De este modo, aunque no temamos a lo que le pueda suceder a nuestro organismo, tenemos la obligación de pensar en lo que sí que le puede pasar a la persona que tenemos al lado. Se ha hecho evidente que aquellos con problemas de corazón previos, los que tienen cáncer o los que cuentan con una edad más avanzada, entre otros, pueden perder incluso la vida en el caso de contagiarse. Así se demuestra que no es un problema individual, sino social, en el que el gesto de cada uno cuenta.

Tan solo tenemos que cumplir con unas normas para poder acabar con cualquier situación negativa. Entre ellas se encuentran usar la mascarilla, no promover reuniones sociales, lavarse las manos y guardar distancia social aunque pensemos que no estamos contagiados. Así todo irá a mejor.

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