En ocasiones al subir de peso tendemos a pensar que es debido a un exceso de agua en nuestro cuerpo. Sin embargo es importante saber diferenciar si estamos frente al sobrepeso o retención de líquidos. Varios estudios han revelado que el sobrepeso no está asociado a lo antes mencionado. Incluso si llegamos a presentar retención de líquidos es importante poder detectarlo, ya que se puede tratar de una enfermedad no asociada a la obesidad y que requiera de algún tratamiento.
El aumento de grasa en el cuerpo es lo que se denomina como sobrepeso. Mientras que la retención de líquidos o edema está relacionado a una acumulación de agua bajo los tejidos corporales. Por lo general este último puede estar relacionado a una patología, de allí la importancia de detectarlo a tiempo.
¿Cómo saber si tengo sobrepeso o retención de líquidos?
Aunque mientras más masa muscular se tiene más líquido se puede retener, una cosa no está asociada a la otra. Varios especialistas han confirmado que de 100 personas que sufren de sobrepeso u obesidad, solo el cinco por ciento tiene relación con la retención de líquidos. La grasa en nuestro cuerpo es la parte que menos agua contiene, este es el principal factor para no relacionarlo con el edema.
Al determinar que estamos frente a la retención de líquidos, es recomendable acudir a un especialista para determinar sus causas. Cambios hormonales, mala alimentación o deshidratación son unas de las causas de la retención de líquidos. Sin embargo hay otros casos asociados con enfermedades severas, como afecciones cardíacas, renales o hepáticas.
Algunos síntomas de la retención de líquidos
Para poder diferenciar si estamos en presencia de sobrepeso o retención de líquidos, lo primero que debemos observar es el comportamiento de nuestro cuerpo. Los síntomas de la acumulación de agua en el cuerpo, bien sea por factores patológicos o no, son muy parecidos.
En primer lugar se nota un aumento de peso sin razón aparente y sin poder controlarlo con dietas. Este es el principal síntoma que tiende a confundir el edema con el sobrepeso. Pero es importante saber que este aumento de nuestra talla no se trata ni de sobrepeso ni de obesidad. Otro de los síntomas que se pueden presentar es la hinchazón en manos, piernas y abdomen. Además al presionar estas zonas notaremos como se tornan rojizas y tienden a quedar hundidas durante unos segundos.
¿ Se puede evitar la retención de líquidos no patológica?
Sí, a diferencia de la acumulación de grasa, la retención de líquidos es una defensa del cuerpo, cuando este se ve ante una carencia de agua. La falta de líquido o la deshidratación de nuestro cuerpo es la causa del edema, al igual que el exceso de sodio.
Evitar el consumo de alimentos muy aderezados o con grandes cantidades de sal o azúcar, previene la aparición del edema. Sin embargo si ya los ingeriste, las frutas ricas en potasio te pueden ayudar a contrarrestar su efecto. Además las verduras como el berro, la alcachofa o la calabaza mantienen el equilibrio sódico. Varias plantas con efectos diuréticos también se consiguen en el mercado, como la cola de caballo o el diente de león.
Beber mínimo dos litros de agua diarios, hacer 30 minutos de ejercicio y descansar ocho horas son otras de las recomendaciones para evitar la retención de líquidos.