¿Es mejor pesarse todos los días o no hacerlo?

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Cuando se empieza una dieta la báscula puede llegar a convertirse en el peor enemigo. Además, con los progresos tecnológicos, hay básculas inteligentes que se conectan al móvil para que el control de peso sea aún mayor, esto puede incitar a pesarse de forma diaria. Pero la duda es ¿hay que pesarse todos los días y llevar un control diario del peso? ¿O es mejor pesarse una vez a la semana? La báscula puede ser un arma de doble filo y hay que saber utilizarla muy bien para que sea un aliado en vez de un enemigo.

Los problemas de pesarse todos los días

Obsesión con el peso

Cuando una persona se propone perder o ganar peso y se pesa de forma diaria, se crea un estado de ansiedad y obsesión. Esto hace que se dude de la dieta, puede hacer más difícil conseguir el objetivo y hasta puede hacer que la persona abandone.

Aunque parezca que pesarse cada día ayuda a tener una visión más ajustada del peso real, no es así. A lo largo del día el cuerpo sufre alteraciones debido a si se ha ido al baño o no, la ingesta de alimentos, el agua, la retención de líquidos, la sudoración… Todo esto puede hacer variar el peso, por lo que no es extraño que a lo largo del día haya variaciones de hasta un kilo. Por este motivo, la evolución del peso de una persona no puede verse de un día para otro, sino a lo largo de las semanas.

Perder peso es un proceso lento

Puede crear falsas expectativas

Los primeros días de dieta es cuando se pierde más peso. Esto es porque como el cuerpo consume más energía de la que ingiere empieza a gastar los depósitos energéticos. Pesarse de forma diaria durante este proceso inicial puede motivar a la persona a seguir con la dieta.

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Cuando el cuerpo está estabilizado y tiene que perder masa corporal, la cosa se complica. Sin embargo, es en este punto cuando empieza la verdadera pérdida de peso, aunque todo sea más complicado y los resultados tarden más en hacerse visibles. Pesarse de forma diaria ahora no servirá de mucho, al contrario, la falta de resultados puede provocar frustración y hasta el abandono.

¿Cómo pesarse?

Usar siempre la misma báscula

Hay que usar siempre la misma báscula para evitar fallos y discrepancias porque cada aparato es diferente y tiene una regulación distinta. Hasta dos básculas idénticas pueden marcar pesos diferentes porque hay otras variantes que también pueden influir, como el suelo en el que está colocada. Así que lo mejor es utilizar siempre la misma báscula y colocarla siempre en el mismo lugar de la casa. De esta manera se podrá hacer un control mucho más exacto del peso.

Usar siempre la misma báscula

Escoger el mejor momento

No es lo mismo pesarse por la noche que a media mañana. Como hemos comentado anteriormente, el peso sufre variaciones a lo largo del día, por lo que lo ideal es buscar un momento en el que esas variantes sean cada día lo más parecidas posibles. Y ese momento es por la mañana, justo después de levantarse y en ayunas.

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La ropa también puede influir en el peso, así que lo mejor sería pesarse desnudo o en ropa interior.

Conclusiones

Lo mejor es no pesarse todos los días, sobre todo cuando se está haciendo una dieta. Lo más recomendable es pesarse cada siete o diez días, siempre en las mismas condiciones y con la misma báscula.

Un peso semanal dará una visión mucho más objetiva de si las cosas se están haciendo bien o mal. Eso sí, lo mejor es no obsesionarse con el peso. Una buena dieta es aquella en la que el peso se va perdiendo poco a poco para que el cuerpo no se resienta.

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