Existe un amplio debate respecto a las pastillas para adelgazar. ¿Estas sirven realmente para perder esos kilos de más? ¿Son buenas para la salud? Son muchas las personas que cada día tienen como objetivo cuidar su línea. Para ello, no solo modifican su dieta y comienzan una rutina de ejercicio, sino que optan por consumir ciertos productos que en ocasiones son definidos como milagrosos. Sin embargo, son pocos los que de verdad se preguntan si estos sirven para cumplir con esta meta, o, por el contrario, solo es una forma de invertir dinero en algo que no nos va a ayudar a conseguir aquello que queremos. Por ello, nos parece importante analizar si las pastillas para adelgazar están recomendadas para este fin o es mejor alejarse de su consumo.
Pastillas para adelgazar: todo lo que debes saber
Normalmente, cuando pasa el invierno, empezamos a ser conscientes de que pronto llegará el verano y que tenemos que prepararnos para días de playa, de chiringuitos, de paseos por la montaña y de largas horas tumbados al sol para tostar nuestra piel. Ahora, al igual que pensamos en el calor, también somos conscientes de que la ropa en la época estival es más ligera y más marcada. Por este motivo, son muchos los que sienten complejos a la hora de utilizar ciertas prendas y mostrar su cuerpo. De este modo, buscan a contrarreloj una solución que les permita sentirse tan seguros como muestran los protagonistas de ciertos anuncios. Así, aparecen los típicos productos milagro que aseguran que cualquier meta, respecto a nuestro cuerpo, está al alcance de todos en poco tiempo.
Entre ellos se encuentran las pastillas para adelgazar. No hay más que coger uno de estos paquetes para entender por qué hay tantas personas que se dejan cautivar por este tipo de promesas. Una frase directa, una imagen de un cuerpo perfecto y una sociedad que te exige unas medidas ideales bastan para dejarse llevar. Sin embargo, ¿realmente van a conseguir lo esperado? Es lo que queremos analizar en este artículo. De esta manera, tendrás la oportunidad de decidir, después de leer toda la información, si quieres o no comprar esta clase de artículos.

Supervisión médica
Lo primero que aseguran los profesionales es que adelgazar es algo serio. No se trata de un hecho que puede llevarse de cualquier manera, sino que hay que trazar un plan porque, ante todo, hay que cuidar de la salud, sin poner retos a nuestro cuerpo que puedan dañarlo. Adelgazar es un proceso metabólico complejo en el que se ven involucrados numerosos factores. Entre ellos se encuentran el ejercicio, una dieta sana y la reducción de azúcares y grasas, entre otros. Sin embargo, aquellos que quieran perder mucho peso, no solo un par de kilos, deben de contar con la ayuda de un médico o de un nutricionista.
La mayoría de los expertos en la materia han dejado ver en muchas ocasiones que las pastillas para adelgazar que podemos encontrar en parafarmacias o herbolarios no han demostrado la suficiente eficacia como para ser recomendadas. De este modo, piensan que lo mejor es evitarlas. Además, añaden que ningún tratamiento es efectivo si este no se combina con los hábitos necesarios, con ejercicio regular y comida sana. Eso sí, han destacado que la mayoría de estas píldoras tienen efecto laxante, por lo que sí provocarían una pérdida de peso. Pero, es importante leer la letra pequeña, ya que este efecto solo estimula una pérdida de agua que se recuperará horas después. Todo lo anterior puede resumirse en efectos secundarios que no son recomendables para la salud, ya que, cuando uno quiere adelgazar, realmente lo que tiene que perder es la grasa corporal.
Pastillas para adelgazar bajo prescripción médica
Sin embargo, siempre hay alguien que conoce a otro alguien al que su médico le recetó pastillas para adelgazar, hecho que puede provocar muchas dudas. Aunque, la explicación es fácil: no se trata de las mismas pastillas que podemos comprar en el día a día sin ningún tipo de permiso profesional. Las que se ofrecen en el centro de salud son preparados avalados por estudios científicos. De este modo, están totalmente elaborados para aquellas personas que sufren obesidad. Estas actúan a nivel del intestino, inhibiendo la enzima que corta las grasas (lipasa). Al no ser cortadas, es imposible que puedan absorberse, por lo que son eliminadas al defecar. Así, se consigue que el aporte calórico de la dieta sea mucho más reducido.

Por otro lado, existen otros medicamentos para frenar la ansiedad por la comida y el apetito. Pero, por supuesto, no puede ser ingerido por cualquier persona, por mucho que esta tenga ganas de adelgazar. Esto se debe a que siempre que se toma una pastilla de estas características hay que analizar los efectos secundarios. El motivo es que algunos de ellos pueden ser problemas depresivos, vómitos, diarreas grasas o cefaleas.
Cambio de hábitos
Por supuesto, los médicos también han aclarado que este tipo de pastillas, si no se transforman los hábitos, no sirven para perder peso. El paciente debe de ser consciente de su problema y aceptar que toda meta requiere un esfuerzo. Ni las píldoras elaboradas para este fin valen por sí mismas para conseguir un cuerpo saludable. Por ello, la dieta debe de ser sana, dejando aquellos productos procesados que tanto nos gustan a un lado. Igualmente, es cierto que no a todo el mundo le gusta el deporte, pero también es necesaria la fuerza de voluntad para moverse cada día, aunque sean veinte minutos, mediante unos ejercicios sencillos que provoquen que nuestro cuerpo se active. Puede ser caminar o, incluso, usar una cinta andadora en cualquier momento del día.
La fuerza de voluntad a la hora de perder peso
Si hay algo efectivo a la hora de perder peso, no son las pastillas para adelgazar, sino la fuerza de voluntad. En primer lugar, la mayoría de las personas que sufren obesidad no siguen el tratamiento como es debido. Por otro lado, un alto porcentaje de los que sí consiguen perder peso lo acaban recuperando por no seguir con las rutinas adecuadas. Por ello, seguir una dieta puede conseguirse, pero lo normal es que acabe dejándose a un lado cuando uno cree que ha llegado a la meta que tenía marcada. Gran error que, por supuesto, tiene sus consecuencias.
Por ello, es muy necesario a la hora de perder peso es darse cuenta de todo lo que influye en esta práctica. Asimismo, es primordial conocer nuestro cuerpo. De este modo, si, por ejemplo, estamos un mes comiendo verdura y perdemos tres kilos, si en las semanas siguientes volvemos a la bollería industrial y a los productos procesados, nuestro organismo no solo engordará esos tres kilos perdidos, sino que irá a más. Así, es imprescindible que los hábitos que se aprendan se mantengan, aunque cueste trabajo.
En definitiva, todos aquellos que quieran verse bien en el espejo deben dejar las pastillas para adelgazar a un lado y apostar por los métodos realmente eficientes. Cierto es que requieren más esfuerzo y son más incómodos. Pero comer sano y hacer ejercicio no solo nos ayuda estéticamente, sino que nos permite fortalecer nuestro sistema inmune, por lo que sufriremos menos enfermedades y nos sentiremos mejor día a día en todos los aspectos.