Las mejores maneras de hacer entrenamiento mental para ejercitar tu cerebro

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Cuando se muestra a un deportista de élite preparando una cita importante -unos juegos olímpicos, un mundial, un campeonato nacional…-, las imágenes se centran en cómo entrenan a nivel deportivo. Sin embargo, el entrenamiento mental, más oculto, se ha demostrado como tan importante como el ejercicio físico para mejorar el rendimiento deportivo.

Rafael Nadal, Marc y Pau Gasol, Carolina Marín, Fernando Alonso… todos ellos tienen algo en común: han trabajado para conseguir una mente fuerte, capaz de afrontar el éxito con los pies en la tierra y el fracaso con la misma moneda.

¿Por qué es importante el entrenamiento mental para el deportista?

La preparación de un deportista no es únicamente en el nivel físico. Cuando somos testigos del fracaso de grandes estrellas del deporte en momentos que, en otras circunstancias, no sucederían así, la pregunta obligada apela al «qué ha podido pasar.»

Solo los grandes son capaces de reconocer que no estaban en la cita. O lo que es lo mismo, su mente no estaba concentrada en esta meta sino en alguna otra. De ahí la importancia del entrenamiento mental para todo tipo de deportistas (amateur o profesional).

Del mismo modo que tenemos la suerte de ver en el tenis al máximo exponente del éxito de la psicología deportiva, también contamos con el ejemplo de cómo, sin esa fuerza mental, el mejor deportista puede echar por tierra el trabajo de toda una vida.

Tal es el caso de Garbiñe Muguruza, quien, desde que ganó Roland Garrós no ha conseguido mantener ese nivel que la hizo alzar su primer gran Slam. En los últimos años, ha cambiado en varias ocasiones de entrenador, confirmando que aún tiene ámbitos en los que mejorar.

En la misma senda estuvo Djokovic durante unos primeros años en los que se centraba más en el espectáculo extradeportivo que en su juego. Con un cambio de mentalidad, y una adecuada rutina de entrenamiento, actualmente ostenta el número uno del mundo.

¿Qué aporta el entrenamiento mental?

Así pues, ¿qué beneficios aporta aplicar la psicología al deporte para tener una mente entrenada? Aun cuando muchos deportistas recelan de la efectividad de hacer entrenamiento de la mente para mejorar su rendimiento deportivo, los diversos estudios y experiencias reales han demostrado que ejercitar el cerebro como entrenamiento psicológico aporta grandes beneficios a los deportistas.

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Por un lado, se potencian las capacidades deportivas y personales del deportista. De este modo, si interioriza cuáles son sus puntos fuertes puede potenciarlos para intensificar su rendimiento deportivo y utilizar de forma inteligente ese esfuerzo.

Como consecuencia de ello, el deportista gana confianza en sus cualidades. Este autoestima actúa como motor para buscar nuevos límites, que, a su vez, ayudan a mejorar en aquellos ámbitos en los que se es bueno.

Al mismo tiempo, se gana en corazada de realidad para afrontar los fracasos y las dudas. Esta capacidad para resistir cuando el juego o la competición no se conduce como espera -lo que ocurre con frecuencia-, moviliza los recursos naturales del deportista para improvisar o soportar que ese no va a ser tu día.

En definitiva, el entrenamiento mental consigue dotar al deportista de mayor capacidad de concentración y altas dosis de motivación.

Ejercicios de entrenamiento mental para ejercitar el cerebro

Cómo entrenar la mente para fortalecerla

Ahora que ya conoces por qué es importante entrenar la mente, y su valor para enfrentarse a cualqueir deporte y reto en el día día, entramos en la acción, en cómo ejercitar el cerebro y fortalecer la mente al más puro estilo Rafa Nadal.

Para ello, los psicólogos especializados en rendimiento deportivo recomiendan trabajar cuatro áreas concretas: cómo se percibe uno en el lugar que ocupa; cómo definir y ver el objetivo; aprender a afrontar el fracaso, y ganar confianza en uno mismo.

Encarar un entrenamiento o una competición deportiva sin la adecuada preparación mental puede derivar en un fracaso para el que no está preparado el deportista. A continuación, recopilamos los ejercicios que recomiendan los especilistas en psicología aplicada al deporte para ejercitar la mente a modo de entrenamiento.

Cómo mejorar la percepción espacial de uno mismo

El primer estadío que ha de cumplir el deportista es aprender a conocer en qué lugar se encuentra. Cuando se habla de ubicación se refiere a una ubicación física inmediata y la proyectada de la persona en el momento de preparación en el que se encuentra.

Para ello, se aconseja a los preparadores que sean francos en todo momentos con sus deportistas. El punto actual es siempre un nuevo punto de partida, una motivación extra para ellos.

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Desde la óptica del deportista, además de obtener una radiografía instantánea de en qué punto se encuentra a nivel físico como mental, le ayuda a concentrarse en las acciones y márgenes de mejora.

Aprende a visualizar la meta

Una mayor concentración conlleva que el deportista sea capaz de ver a dónde quiere llegar y cómo conseguirlo. El primer paso para alcanzar el éxito es imaginarlo. Lo inverso es un boicot interno.

Si se dispone de esta meta final y de las diferentes metas volantes, incrementamos la motivación de la persona por conseguir aquello que se ha marcado. Y lo hace con los pies en la cebeza, sabiendo que, tarde o temprano, los obstáculos aparecerán.

Para ello, los especialistas recomiendan planificar entre entrenador o preparador físico, apoyos y el propio deportista cada uno de los hitos que siembran el éxito final.

Cómo afrontar la adversidad

La implicación de todos los actores es vital para un adecuado entrenamiento mental del deportista. También lo es para prepararlo frente a los obstáculos.

Ningún camino es recto ni está libre de adversidades. Se trata más bien de una gincana en la que se ha de encontrar las estrategias y las acciones necesarias para superarlas.

El papel del entrenador es la llave: en todo momento, ha de buscar que el deportista sea consiciente de las piedras que se va a encontrar en el camino, y abordarlas en su justa medida y efecto sobre los planes iniciales.

Así ganarás confianza en ti mismo

Con todo este cóctel, el deportista que sea consciente de sus posibilides, siempre evitando la sobreestimación, superará cualquier rival (en competición o en forma de meta). Su cerebro está programado para concentrarse, analizar y reaccionar según sus propias herramientas disponibles, de la mejor forma posible.

Sobre esta base se sustenta el trabajo constante y la focalización en ir cada vez a por objetivos más altos.

Recuerda que el cuerpo hace aquello que la mente le ordena. Si tu mente es débil o se deja superar por la situación, tu rendimiento deportivo caerá, y con él tu ánimo y motivación.

Muchos de los que han abandonado la práctica de un deporte reconocen que pesó más esa debilidad mental que la ausencia de cualidades y aptitudes para llegar lejos en sus respectivos deportes.

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