Cada cierto tiempo aparecen en páginas web y redes sociales nuevas dietas, y en casi todas se suprime algún grupo alimenticio, mientras que en otras se comen muchas cantidades de un solo alimento, como, por ejemplo: huevo, piña y atún, entre otros.
Estos tipos de regímenes alimenticios han creado polémica y, por lo tanto, tienen sus seguidores y sus detractores. En este artículo te hablaremos, en específico, de la conocida dieta proteica, a veces llamada hiperproteica y sus pros y contras, para decidir si quieres seguirla o no.
¿Qué es la dieta proteica?
La dieta proteica es aquella en la que la persona consume principalmente alimentos ricos en proteínas, reduciendo la ingesta de azúcares y grasas, teniendo como principal ventaja la pérdida rápida de peso.
La proteína es uno de los tres macronutrientes, junto con los carbohidratos y las grasas. En tu cuerpo, realiza los siguientes funciones:
- Reparación y mantenimiento: la proteína es el componente principal de tus músculos, huesos, piel y cabello. Estos tejidos son continuamente reparados y reemplazados con nuevas proteínas.
- Hormonas: las proteínas químicas mensajeras permiten que las células y los órganos de tu cuerpo se comuniquen entre sí.
- Enzimas: la mayoría de las enzimas son proteínas y las miles de reacciones químicas que tienen lugar en todo el cuerpo son impulsadas por ellas.
- Transporte y almacenamiento: algunas proteínas ayudan a liberar moléculas importantes donde se necesitan. Por ejemplo, la proteína hemoglobina transporta oxígeno a las células de su cuerpo. La proteína se compone de unidades más pequeñas conocidas como aminoácidos.
Entre los objetivos de la dieta proteica se encuentra el de reeducar a los pacientes en relación a sus hábitos alimenticios. En esta pueden usarse productos hechos en laboratorios libres de diuréticos, fármacos u hormonas que facilitan el proceso.
Según refiere María Victoria Fernández Ochando, especialista en medicina familiar y comunitaria de España:
«Cuando una persona decide consumir estos alimentos manufacturados, primero debe someterse a un análisis médico, ya que en las etapas iniciales se obliga al cuerpo a utilizar sus depósitos de grasas para tener energía, por lo que no está recomendada para niños, mujeres que estén en periodo de lactancia, embarazadas o para quien padezca de los riñones o el hígado».
Esta forma de alimentación va acompañada, en su fase inicial, de ingesta de verduras, hortalizas, mucho líquido y aceite de oliva. Luego se van agregando frutas y otros alimentos, todo acompañado de actividad física diaria, acorde a las condiciones de la persona.
En palabras de Fernández Ochoa:
«Alimentos como la soja, avellanas, filetes de ternera, atún o atún en lata, pechuga de pollo y proteínas de suero, aportan grandes cantidades de proteína al organismo. Además el efecto “rebote” en este régimen alimenticio se inhibe y con un adecuado control médico el peso se mantiene en el 70% de los casos».
Entre los beneficios de llevar a cabo una dieta proteica se encuentran: reducción de los problemas en la piel, mejoría en el ritmo de sueño y el control del síndrome metabólico que abarca padecimientos como la diabetes, hipertensión y dislipidemias.

No es oro todo lo que reluce
El Servicio de Neuro Rehabilitación de Hospitales de Nisa en Valencia, España, publicó un estudio donde se reflejan los efectos secundarios de esta dieta, entre los que destaca el poco aprovechamiento de los macronutrientes, que son los encargados de aportar energía al cuerpo. Esto conlleva a enfermedades carenciales producidas por la ausencia de vitaminas y minerales, tales como: sangrado e inflamación de encías, sequedad de la córnea y raquitismo, entre otras.
A su vez, el estudio resalta el sobreesfuerzo que deben realizar los riñones para eliminar los residuos de la proteína a través de la orina, el hígado al metabolizar los nutrientes y la creación y liberación de cuerpos cetónicos a la sangre. Esto puede hacer que aparezca la cetosis, que es la quema de la grasa corporal debido a la ausencia de hidratos de carbono.
Otra de las preocupaciones de los expertos en relación a la dieta proteica es la aparición de síntomas como: náuseas, anorexia (falta de apetito), malestar, depresión, fatiga y estreñimiento.
¿Cuáles son los alimentos ricos en proteínas?
- Proteína de soja = 80 gramos de proteínas por cada 100.
- Semillas de soja = 100 gramos de estas semillas contienen 12 de proteína.
- Proteína de suero = 78 gramos de proteína por cada 100.
- Cacahuetes o Manises = De cada 100 gramos, 24 son proteínas.
- Hamburguesa magra = 26 gramos de proteína por cada 100.
- Filete de ternera = Entre 27 y 34 gramos de proteína por cada 100.
- Pechuga de pollo = 31 gramos de proteínas por 100.
- Filete de atún = 100 gramos contienen 30 de proteínas.
- Atún en lata = 26 gramos de proteínas por 100 gramos de atún en lata.