Si estás pensando en desarrollar la fuerza y la potencia de las piernas, el salto al cajón o jump box es la actividad que estabas buscando. También, se trata de uno de los movimientos con el que más trabajamos todo el cuerpo. Además, puede realizarse en cualquier momento y en cualquier lugar porque para practicarlo solo necesitamos una superficie a la que saltar con nuestro propio peso. A continuación, te explicamos esta práctica que cada vez está siendo más utilizada por los deportistas.
¿Cómo podemos realizar un buen salto?
Cuando hablamos de dar un salto vertical, no estamos diciendo que nos sirva cualquier altura, sino que si queremos realizar un buen ejercicio de salto al cajón o jump box tenemos que alcanzar, al menos, los 50 o los 60 centímetros.
El salto vertical, con las dos piernas juntas, es un ejercicio exigente que trabaja todos los músculos del tren inferior y el core. Forma parte de los ejercicios pliométricos, los cuales desarrollan la fuerza explosiva y queman muchísimas calorías.
¿Cómo saltar?
En esta práctica deportiva necesitamos una buena técnica tanto para hacer un gran salto como para caer bien, sin hacernos daño, en el caso de no conseguir nuestro objetivo.
De este modo, debemos saltar a no mucha distancia de separación y con ambas piernas a la vez. La clave reside en saltar hacia arriba y no hacia delante. Es por eso que lo ideal es impulsarte cerca del cajón.

Una vez que te impulsas, al llegar arriba no bloquees tus rodillas. Debes aprovechar su flexión para amortiguar el salto; es decir, intenta aterrizar en una sentadilla.
Empezar poco a poco
Se trata de un ejercicio que necesita mucha práctica. Por este motivo, debemos ir aumentando la altura que queremos alcanzar poco a poco. No podemos marcarnos un objetivo de 40 centímetros, por ejemplo, el primer día. En el momento que logres cierta confianza, puedes ir proponiéndote alturas más ambiciosas.
¿Qué necesitamos para practicar este deporte?
Teniendo en cuenta la técnica de esta actividad deportiva, es obvio que cuanta mayor fuerza consigamos, especialmente en las piernas, más alto saltaremos. Por ello, si queremos aumentar la velocidad de salto, es imprescindible que nuestro cuerpo esté fuerte para impulsarnos y amortiguar la caída.
Ahora, es importante destacar que aunque lleguemos a nuestro límite de velocidad, siempre vamos a poder aumentar la fuerza. Por ello, estancarnos en este ejercicio será difícil. Asimismo, cabe destacar que lo más importante es la técnica, más allá de la velocidad.
Riesgos a la hora de practicar Jump Box
Teniendo en cuenta el esfuerzo que conlleva esta actividad, son algunos los riesgos a los que nos enfrentamos cuando la practicamos.
Más fuerza dependiendo de la altura
Para llevar a cabo este ejercicio con éxito, es preciso que saquemos toda la fuerza que tengamos. Al final dependerá de la altura con que se coloque el step. A mayor distancia del suelo, mayor será el esfuerzo y más trabajo se verá obligada a realizar la musculatura de las piernas, incrementando a su vez el riesgo. El peligro de lesión se ve aumentado al adoptar unas posiciones en el salto poco naturales que pueden crearnos algún problema.
Daño en las rodillas
Por otro lado, las articulaciones, y en concreto las rodillas, serán las que más sufran al realizar este ejercicio. Esto se debe a que van a soportar todo el peso del salto al caer sobre el step.
Para no provocar ningún daño es preciso que el impulso se haga de una forma correcta. Es importante mantener la espalda erguida, ligeramente inclinada hacia delante, intentando que en el momento del impulso las rodillas no rebasen las puntas de los pies.