Para la mayoría de los corredores, la idea de completar el maratón de Nueva York podría ser más que suficiente como un reto emocionante en el que poner a prueba sus límites. Pero los más atrevidos saben que todavía se puede ir un paso más allá: correr un ultramaratón. Y, si puede ser, alguno de los ultramaratones más exigentes del mundo.
Desde correr ascendiendo elevaciones equivalentes a la altura del Monte Everest, hasta recorrer el punto más caliente del planeta en pleno verano, los ultramaratones están diseñados para empujar a los humanos al límite absoluto, aunque tienen como ventaja que atraviesan algunos de los paisajes más bellos del planeta. En este artículo te contamos cuáles son los diez ultramaratones más exigentes del mundo, por si están tan loco por el running como para animarte a probar.
Los ultramaratones más exigentes del mundo
Badwater 135 (Estados Unidos)
La primera carrera en la lista de ultramaratones más exigentes del mundo está catalogada como la carrera a pie más exigente del planeta hoy en día. La Badwater 135 (llamada así por las 135 extenuantes millas que hay que recorrer) incluye una incursión en el Valle de la Muerte -el lugar más caluroso del mundo-…. ¡en pleno julio! La carrera comienza en este valle y termina en Mount Whitney, cubriendo tres cadenas montañosas para un total de 4450 metros de ascenso vertical acumulativo.

Marathon des Sables (Marruecos)
Cada ultramaratón dice ser el más duro de todos, y lo cierto es que cada uno lo es a su manera. Pero el Marathon des Sables es fácilmente uno de los peores entre todos los ultramaratones más exigentes del mundo. ¿Por qué? Porque consiste en recorrer 251 kilómetros a través del desierto del Sahara, ni más ni menos. No sólo eso, sino que además hay que ser autosuficiente, llevando encima todo lo que se necesitará durante toda la carrera. Lo único que los organizadores proporcionan es agua y un hueco en una tienda de campaña por la noche. Quien es capaz de terminar esta carrera, lo hace habiendo corrido el equivalente a cinco maratones y medio en cinco o seis días con un calor cercano a los 37 grados.
Jungle Ultra (Perú)
Si ya es difícil correr 230 kilómeros de por sí, imagínate correr 230 kilómetros en los lluviosos bosques peruanos, donde la temperatura es de 32 grados, hay una humedad del 100% y un desnivel de más de 2000 metros. Añade el factor de tener que cruzar 70 ríos y cargar con tu hamaca, saco de dormir, comida, agua y todo lo necesario para evitar una pájara durante la carrera, y tendrás el Jungle Ultra de Perú, uno de los ultramaratones más exigentes del mundo.
Para hacer las cosas un poco más placenteras, la carrera se desarrolla en algunos de los paisajes más increíbles del mundo, donde abunda una interesante fauna silvestre, además de pasar por los pueblos de varias tribus indígenas. Es una experiencia única en la vida
6693 (Canadá)
El nombre aburrido de esta maratón puede hacer que parezca sencillo, pero nada más lejos de la realidad porque se trata de uno de los ultramaratones más exigentes del planeta y, sin duda, del más frío. Desde que se hizo por primera vez en 2007, sólo 11 personas han sido capaces de completar el recorrido, que puede ser de 200 o 500 kilómetros (dependiendo de lo cuerdo que estés).
El punto de partida en ambos casos está en Eagle Plains, Canadá, y la carrera se desarrolla a través del Círculo Polar Ártico (sí, lo has leído bien) hasta el Océano Ártico mientras los participantes arrastran sus suministros en un trineo tirado por ellos. Las temperaturas están siempre por debajo de los cero grados , y los vientos pueden ser huracanados. Los puntos de control donde se puede comer, dormir y descansar están a una distancia de entre 40 y 100 kilómetros.
Las 100 millas del Himalaya (India y Nepal)
Esta dura carrera 160 kilómetros se realiza por la cordillera del Himalaya a más de 3000 metros de altura con temperaturas que parten desde los -5 grados, pero tiene como aliciente que permite disfrutar de las maravillosas vistas de montañas tan legendarias como el mítico Everest, Lhotse, Makalu y Kanchenjunga, cuatro de los cinco picos más altos del planeta.
Spartathalon (Grecia)
Érase una vez (o, en el año 490 a.C.), la batalla de Maratón en la que un mensajero ateniense llamado Pheidippides corrió 246 kilómetros desde Atenas hasta Esparta en un día para buscar ayuda, y ese hecho jugó un papel importante en la victoria de Atenas en la batalla. Dejando a un lado la victoria griega, nos centramos en la distancia que ese mensajero recorrió en solo 36 horas. ¿Es siquiera posible? John Foden se lo preguntó, y se le ocurrió la idea de volver a trazar la ruta como un ultramaratón, y así nació el Spartanthalon. Si te parece divertido correr por Grecia, ten en cuenta que, como mucho, sólo un tercio de los corredores que salen de Atenas terminan la carrera en Esparta.
Track Outback Race (Australia)
Esta carrera se realizó por primeravez en 2012 y se ha convertido rápidamente -y por motivos propios- en uno de los ultramaratones más exigentes del mundo. Se desarrolla en el Outback australiano, la parte más inhóspita, desértica y árida del país, a lo largo de 500 kilómetros divididos en 9 etapas en las que hay que enfrentarse, además de al cansancio típico de la carrera, a temperaturas extremas y animales salvajes.
Ultratrail de Montblanc (Los Alpes)
Si deseas aprovechar la carrera para recorrer varios países a lo largo de varios días, la mejor opción es el Ultra Trail du Mont Blanc. No es exactamente un viaje de luna de miel, pero puedes disfrutar de los paisajes de Francia, Suiza e Italia durante el viaje. El recorrido viaja a lo largo del terreno montañoso en altitudes elevadas, con ascensos acumulativos más inclinados que el Monte Everest, y el tiempo puede ser irregular -en el mejor de los casos-, con nieve y lluvia en cualquier momento. Sólo alrededor del 67% de los participantes terminan la carrera en el tiempo límite de 46 horas (que, por cierto, no incluye tiempo para dormir).