No prestar atención al cuidado de tus cervicales puede conllevar a molestas patologías, por lo que, si quieres darles larga vida, deberás considerar los consejos para cuidar tus cervicales que aquí te ofrecemos.
Causas del dolor cervical
Primeramente, debes saber que el dolor cervical puede deberse a las siguientes causas:
- Traumatismo o deterioro progresivo, que producen lesiones de las partes blandas. Esta es la causa más común.
- Estrés o tensión acumulada.
- Golpes.
- Artrosis cervical.
- Posturas inadecuadas, por ejemplo, mantenerse encorvado por mucho tiempo al sentarse o caminar.
- Esfuerzo físico sin un acondicionamiento previo.
- Movimientos bruscos del cuello o la cabeza.
Los mejores consejos para cuidar tus cervicales
Siendo la causa más común del dolor cervical el traumatismo o el deterioro progresivo, te presentamos, a continuación, los mejores consejos para cuidar tus cervicales y evitar esos molestos dolores:
Aprieta el abdomen ligeramente
Al caminar puedes contraer el abdomen ligeramente y elevar un poco el pecho. Con esto lograrás mantener la espalda recta.
Flexiona las rodillas al estar de pie
Al estar de pie puedes flexionar las rodillas un poco para equilibrar el peso de tu cuerpo entre ambos pies.
Alterna entre estar de pie y caminar
Debes alternar entre estar de pie y caminar. Si pasas mucho tiempo sentado o en una misma postura, haz una pausa para estirar las piernas y caminar un poco.
Apoya la espalda correctamente al estar sentado
Al estar sentado debes apoyar la espalda correctamente, manteniendo la cabeza levantada, las rodillas al nivel de las caderas, sin cruzar las piernas, con los tobillos delante de las rodillas y con un ligero espacio entre la parte de atrás de las rodillas y el frente del asiento.
Duerme tumbado de lado
Al dormir, escoge una postura tumbado de lado flexionando las rodillas. Si duermes boca arriba, pon una almohada bajo las rodillas para acomodar la zona lumbar de manera que no reciba mucha tensión. Es importante que uses un colchón de buena calidad. Se recomienda cambiarlo cada 8 años.

Recuerda que estos consejos funcionan de maravilla siempre y cuando los conviertas en hábitos. No obstante, formar el hábito de emplearlos requiere de la repetición constante de los mismos, día a día.
Ejercicios para cuidar tus cervicales
Si optas por emplear los hábitos que te recomendamos antes, es muy probable que no requieras de ejercicios ni masajes para aliviar dolores. Sin embargo, puedes hacer ejercicios de manera periódica como dar un pequeño paseo o salir a caminar o trotar durante 30 minutos todos los días. Esto puede ayudar aún más a cuidar tus cervicales.

Los siguientes ejercicios son ideales para fortalecer esta parte del cuerpo:
- Gira la cabeza suavemente de lado a lado.
- Agacha la cabeza intentando que tu barbilla toque tu pecho y luego lleva la cabeza hacia atrás para mirar hacia arriba.
- Encoge los hombros y vuelve a bajarlos.
- Relaja los hombros haciendo círculos.
- Intenta juntar los omoplatos llevando los hombros hacia atrás. Mantén esta posición durante 5 segundos y relaja.
- Estira los brazos por encima de la cabeza, manteniendo la postura durante 5 segundos y relajando.
- Estira los brazos al frente, juntando ambas manos y sosteniendo la postura igual durante 5 segundos y después relájate.
- Levanta un brazo y deja caer la mano por detrás de la cabeza, para luego sujetar el codo con la otra mano, aguantando 5 segundos y relajando.
- Siéntate y, poniendo ambos pies en el suelo, junta las piernas, para luego doblar el tronco sobre tus muslos hasta tocar con los dedos la punta de los pies.
- Siéntate y dobla una pierna sobre la otra, gira el tronco, el cuello y la cabeza al lado contrario de la pierna que doblaste, manteniendo la postura durante 5 segundos y finaliza relajándote.
Es importante realizar estos ejercicios de manera lenta al menos diez veces cada uno.
Por otro lado, si tienes una molestia leve, es mejor atenderla a tiempo y no esperar a que el dolor se haga más intenso. Con esto evitarás que el dolor se propague a los hombros, los brazos o las manos. En tales circunstancias, el siguiente automasaje para relajar la musculatura puede complementar tu rutina de ejercicios:
- Presiona suavemente la nuca y la zona cercana a la espalda con la yema de los dedos.
- Encuentra el punto donde la molestia se incrementa y aprieta en esa zona con un poco más de intensidad.
- Mantén la presión en la zona de mayor molestia durante unos segundos.
En conclusión, los daños y lesiones cervicales causan dolor en el cuello que puede propagarse a la espalda superior y a los brazos, e inclusive causar vértigos, mareos y dolores de cabeza, siendo la causa más común el traumatismo o el deterioro progresivo.
Toma en cuenta los consejos para cuidar tus cervicales. Si quieres evitar estas molestias, el hábito y el ejercicio son tus armas más valiosas para combatirlas.