El hierro se encuentra en carnes magras, mariscos, aves, cereales, legumbres y frutos secos, por lo que cualquier persona con una dieta variada y equilibrada obtendrá la cantidad diaria necesaria de hierro. Una falta de este mineral puede provocar anemia y problemas serios de salud. Si se quiere evitar el desarrollo de enfermedades, cuando este mineral escasee en el organismo será necesario recurrir a suplementos de hierro.
La cantidad de hierro que necesita el organismo de forma diaria depende de la edad y el sexo.
- Hasta los 6 meses: 0,27 mg
- Entre los 7 y 12 meses: 11 mg
- De 1 a 3 años: 7 mg
- Entre los 4 y 8 años: 10 mg
- De 9 a 13 años: 8 mg
- Hombres de 14 a 18 años: 11 mg
- Mujeres de 14 a 18 años: 15 mg
- Hombres de 19 a 50 años: 8 mg
- Mujeres de 19 a 50 años: 18 mg
- Mayores de 51 años: 8 mg

Los beneficios del hierro
El hierro tiene unos beneficios y funciones imprescindible en el organismo:
- Formación de la hemoglobina: la función principal del hierro es la formación de la hemoglobina. De hecho, forma parte de ella y es el que le da ese tono rojo oscuro a la sangre. Este mineral también ayuda en el transporte de oxígeno. Tener hemoglobina adicional en el cuerpo es esencial para gozar de una buena salud porque las personas podemos perder sangre en algún momento a causa de heridas o, en el caso de las mujeres, a través de la menstruación. De hecho, las mujeres son más propensas a sufrir anemia que los hombres debido a la gran cantidad de sangre que se pierde durante la menstruación.
- Portador de oxígeno: esta es una de las funciones vitales del hierro, llevar el oxígeno de una célula a otra. Para que los órganos lleven a cabo sus funciones correctamente tienen que recibir el oxígeno necesario.
- Función muscular: como el hierro se encarga de suministrar oxígeno a todas las partes del cuerpo, se convierte en un elemento vital para la salud muscular. Sin hierro, los músculos pierden su tono y elasticidad, también se vuelven más débiles.
- Función cerebral: el hierro ayuda en el desarrollo cerebral. El suministro de oxígeno es cosa del hierro y el cerebro utiliza aproximadamente un 20% del que se encuentra en la sangre. Un flujo adecuado de sangre en el cerebro estimula la actividad cognitiva y ayuda a prevenir la demencia y el Alzheimer.
- Síntesis del neurotransmisor: este mineral participa activamente en la síntesis de varios neurotransmisores esenciales como la dopamina, noradrenalina y serotonina. Estos tres neurotransmisores son muy importantes para la actividad neuronal y cerebral.
- Síndrome de las piernas inquietas: la falta de hierro es una de las causas del síndrome de las piernas inquietas (espasmos musculares). El consumo de suplementos de hierro puede aliviar e, incluso, eliminar este problema.
- Regulación de la temperatura corporal: el hierro tiene la capacidad de regular la temperatura del cuerpo para mantener las funciones enzimáticas y metabólicas estables.
- Tratamiento de enfermedades crónicas: el hierro ayuda en el tratamiento de enfermedades crónicas del sistema intestinal y excretor. Aunque estas enfermedades no estén relacionadas con la sangre, el mineral ayuda a que los procesos se lleven a cabo correctamente.
- Fatiga: una falta de hierro puede provocar cansancio y falta de energía.
- Sistema inmunológico: el hierro fortalece el sistema inmunológico, esto hace que el cuerpo sea más resistente a enfermedades e infecciones.

¿Cuándo tomar suplementos de hierro?
Tras enumerar todos los beneficios que aporta el hierro al organismo, queda claro que este mineral es clave para tener salud, energía y el cerebro activo. Una falta de hierro puede aumentar la vulnerabilidad del cuerpo ante infecciones y virus, puede aumentar el cansancio, puede provocar la pérdida de musculatura y hasta un mal funcionamiento cerebral.
Ante una bajada de hierro puede recurrirse a los suplementos de hierro. En poco tiempo el cuerpo conseguirá estabilizarse y alcanzar las cantidades mínimas necesarias para que el organismo funcione correctamente. Sin embargo, no es recomendable cogerlo como hábito. A menos que el médico diga lo contrario, los suplementos de hierro pueden tomarse durante un tiempo limitado para recuperar la cantidad de hierro en sangre necesaria, pero no como algo habitual.
Para detectar una falta de hierro son necesarios unos análisis de sangre y para tomar un suplemento de hierro se necesita la opinión de un médico. También será el médico el que decida qué dieta seguir durante el tratamiento y después. Aunque, normalmente, después de tomar suplementos de hierro, es necesario cambiar el tipo de alimentación para que sea más variada y equilibrada y no vuelvan a bajar los niveles de este mineral. En esta dieta deberán incluirse algunos de estos alimentos: ternera, buey, berberechos, almejas, mejillones, hígado, morcilla, anacardos, nueces, avellanas, pistachos, almendras tostadas, sésamo, berros, acelgas, espinacas, lentejas, garbanzos, pan, arroz… Y evitar algunos que entorpecen la correcta absorción del hierro: café, té, yema de huevo, leche, fibra, proteínas de soja y algunos productos ricos en zinc, magnesio, calcio o cobre.