La alimentación es un factor clave para tener un buen estado de salud. En ese sentido, al realizar exigencia física como el deporte, nuestro cuerpo gasta mayor energía y las demandas de nutrientes aumentan. Dado que nuestras reservas son limitadas, es fundamental que los deportistas sigan una alimentación variada y equilibrada.
En general, es importante que los deportistas no excluyan ningún grupo de alimentos y organicen bien las comidas y los horarios. Por tanto, establecer una planificación en su dieta y estilo de vida les permite mejorar su rendimiento.
Sin embargo, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Saint Louis (Estados Unidos) y que ha sido publicado en el “Journal of the American College of Nutrition”, ha evidenciado que la dieta mediterránea puede ayudar a los atletas, en solo cuatro días, a mejorar el rendimiento en los ejercicios de resistencia.
¿Qué es la dieta mediterránea?
La dieta mediterránea es un patrón alimentario que se complementa con el desarrollo de ejercicio físico y el clima de los países continuos con el mar Mediterráneo. En términos de alimentación, se basa los ingredientes propios de la agricultura local de los países con clima mediterráneo, básicamente España e Italia, y tiene múltiples beneficios para la salud.

La dieta occidental se caracteriza por una baja ingesta de frutas, verduras, aceites sin refinar, y altas ingestas de grasas trans y saturadas, azúcares refinados, lácteos, aceites vegetales altamente procesados, sodio y alimentos procesados. Por su parte, la dieta mediterránea incluye frutas y verduras enteras, nueces, aceite de oliva y granos enteros. Además, evita las carnes rojas y procesados, los lácteos, las grasas trans y saturadas y los azúcares refinados.
Las frutas frescas son una fuente incomparable de vitaminas y minerales. La mejor forma de consumirlas es cruda para aprovechar todos sus nutrientes. La naranja, por ejemplo, es la fruta presente en todo el mediterráneo. Si se comen frescas brindan un gran aporte de vitaminas (A, C, B1). La provitamina A estimula la función inmune, la vitamina C ayuda a formar colágeno y tejidos, la vitamina B1 regula la síntesis de energía. También contiene calcio y potasio.
Otro de los productos más recomendados es el aceite de oliva, que gracias al ácido oleico y sus grasas de origen vegetal disminuye el riesgo de padecer obstrucciones en las arterias. Además, tiene un alto contenido de carotenos y vitamina E. La dieta mediterránea promueve su consumo, especialmente frente a la mantequilla.
¿Cuáles fueron los resultados?
El estudio incluyó a siete mujeres y cuatro hombres. Los participantes corrieron dos veces durante cinco kilómetros en una cinta, una vez a los cuatros días de realizar una dieta mediterránea y otra después de cuatro días con una dieta occidental.
Los investigadores encontraron que, quienes siguieron una dieta mediterránea corrieron un 6% más rápido. “Este estudio proporciona evidencia de que una dieta que se sabe que es buena para la salud también es buena para el rendimiento del ejercicio”, han zanjado los expertos.