Puede resultar extraño que se piense que las heces pueden ser beneficiosas para la salud, ya que estamos acostumbrados a verlas como un desecho del cuerpo y si a esto se le suma su aspecto y olor, es natural que sean rechazadas.
Pero un grupo de investigadores del Instituto para la Excelencia de la Salud y el Cuidado del Reino Unido (NICE por sus siglas en inglés), ha descubierto que las heces fecales son un tratamiento efectivo para quienes, con frecuencia, sufren de infecciones intestinales.
Este procedimiento es conocido como trasplante fecal, una terapia que tiene como objetivo regenerar la microbiota de aquellas personas que padecen enfermedades como colitis clostridium difficile, ulcerosa y otros padecimientos inflamatorios del intestino.
El tratamiento consiste en tomar heces de una persona sana, pasarlas por un sistema de lavado especial, convertirla en suspensión y suministrar al paciente por colonoscopia, como supositorio o con tubo nasogástrico, indica Franco Scaldaferri, miembro de la Sociedad Italiana de Gastroenterología.
En casos de colitis ulcerativa se han hecho pruebas con pacientes, aun es algo experimental, ya podemos pensar en un mundo donde la terapia bacterial se puede hacer primero por alimentación, luego con pre y probióticos, y finalmente un trasplante de la microbiota fecal.
Al momento de llevar a cabo la sustitución, dice el especialista, se elimina casi toda la microbiota de la persona enferma, por lo que todavía no se tiene conocimiento de cuánto dura para que la flora intestinal se restaure.
El proceso de obtención de las bacterias consiste en tomar las heces de un día, se limpian para que el microbiólogo obtenga de 100 a 300 mililitros y se introducen las bacterias de manera inmediata para que los microorganismos se mantengan activos y la repetición del procedimiento dependerá del diagnóstico médico.
Bancos de heces
Así como existen bancos de sangre, semen y óvulos, los de heces se hacen cada vez más comunes, países como Holanda, ya cuenta con un espacio que tiene como meta, en un inicio, tratar a 100 personas con infecciones intestinales.
En Estados Unidos, ser donador de heces se ha vuelto una forma de obtener ganancias, ya que se paga hasta 40 dólares por cada muestra, lo que puede representar un ingreso (si se es constante) de 13 mil dólares al año.
Los requisitos que debe cumplir quien quiera ser un donante de heces son: no ser obesos, no hacer viajes a lugares exóticos, no haber tomado antibióticos en los últimos seis meses, no tener tatuajes recientes y no tener alguna enfermedad infecciosa. Luego pasan una prueba de parásitos y finalmente que sus heces no sean ni muy duras ni muy blandas.
¿Qué es el Clostridium difficile?
El Clostridium difficile es un es un bacilo anaerobio que forma esporas, y capaz de producir diarrea o colitis en el paciente hospitalizado, particularmente aquellos expuestos al uso de antibióticos.
Estadísticas médicas estima que 40% de los pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos desarrollan diarrea después de su ingreso, siendo la más frecuente aquella ocasionada por este bacilo.
Entre los factores de riesgo se encuentra ser mayor de 60 años, larga estancia hospitalaria, supresión crónica del ácido gástrico, uso de al menos tres antibióticos diferentes y enfermedad renal previa, entre otros.
Una de las características de esta bacteria es que logra vivir fuera del cuerpo humano por largo tiempo, en lugares como hospitales y asilos, por lo que son consideradas zonas de alto riesgo de contagio.