¿Eres de las personas que no les gusta hacer dieta ni deporte pero que están deseando presumir de una buena silueta? En este artículo vamos a hablarte de cómo adelgazar sin hacer nada. Sí, leíste bien: existen ciertas actividades cotidianas que podemos llevar a cabo a lo largo del día y que nos ayudarán a perder esos kilitos de más.
Adelganzar sin hacer nada
Aunque no nos lo creamos, son muchas las actividades que podemos hacer sin apenas esfuerzo y que nos ayudarán a perder peso. A continuación, os explicamos qué pequeños gestos os ayudarán a adelgazar sin hacer nada.
Bebe mucha agua
Mantenerte hidratado te ayuda a sentirte mejor, pero además puede ayudarte a adelgazar. Se ha comprobado que bebiendo un vaso de agua antes de las comidas se ingieren menos calorías (el hueco de tu estómago estará parcialmente lleno así que te sentirás saciado antes). Asimismo, la hidratación podría ayudar a acelerar ligeramente el metabolismo.
Una manzana antes de las comidas
Asimismo, si empiezas las comidas con una saludable manzana –o un par de zanahorias–, como el alimento te obliga a masticar y necesitas un rato para ingerir la fruta entera, después tendrás menos ganas de comer. De esta forma acabas consumiendo menos calorías.
Alimentos más saludables en el mercado
Otro de los consejos para delgazar sin hacer nada es reducir la cantidad de alimentos procesados que consumes. Apuesta por comidas más sencillas y preparadas en casa. Una buena forma de conseguirlo es hacer más compra en el mercado que en el supermercado.
Los alimentos procesados pueden contener ingredientes con los que no contamos, como azúcares, grasas insanas o sal. Estos hacen que todo sepa más rico pero, a cambio, nos aportan calorías que no tenemos en cuenta, por no hablar de que no son demasiado saludables.
Más vegetales y menos carne
En general, es siempre una buena opción tratar de reducir la cantidad de alimentos que provienen de fuentes animales y decantarse por las de origen vegetal.
Entre los alimentos vegetales podemos encontrar algunos ricos en hidratos complejos, como las frutas, que son necesarios para darnos energía; otros con muchas proteínas, como las legumbres; y muchos ricos en fibra alimentaria, como la mayoría de las verduras o las semillas.
Esto no quiere decir prescindir completamente de los alimentos de origen animal (esto se trata de una decisión personal), pero sí tratar de reducir su consumo dejando el protagonismo a los vegetales.
Cambia la mantequilla por el aguacate

Cuando vayas a desayunar, sustituye la mantequilla de la tostada por una cucharada de aguacate maduro. Además de ganar en salud gracias a su contenido en grasas cardiosaludables, estarás tomando menos calorías. También puedes sustituir la mantequilla por plátano maduro machacado, al que puedes añadir trocitos de frutos secos picados o un poco de cacao en polvo.
Controlar las cantidades
El único truco que realmente funciona para adelgazar es ingerir menos calorías que las que tu cuerpo consume, de forma que tenga que recurrir a la grasa acumulada como fuente extra de energía. Por lo tanto hay que cuidar tanto lo que se come, como cuánto se come.
Para no picar, merienda
Como lo ideal es hacer una comida temprana –antes de las 15.00 horas–, tomar un tentempié a media tarde nos ayuda a no picotear ni llegar a la cena con ganas de devorar cualquier alimento que tengamos delante. Por ello, dividir tus comidas para incluir la merienda te hará mucho más fácil adelgazar.
Mejor con menos ingredientes
Que lleve pocos alimentos significa que la digestión es más fácil y que no provoca gases ni hinchazón. Pero para que no te dé hambre poco después, deben ser ligeros pero densos. ¿Esto qué quiere decir? Que no es lo mismo una sopa que una crema, por ejemplo. Una sopa hecha con dos o tres verduras es un alimento ligero, pero no quita el hambre porque es todo líquido. En cambio, una crema con las mismas verduras es ligera pero tiene la densidad necesaria para dejarte saciada.
Mejor tomate casero
Las salsas industriales, además de mucha sal, contienen gran cantidad de azúcares que suman calorías a tus platos. El kétchup es el caso más extremo, llegando hasta 4 gramos de azúcar y 20 calorías por cada cucharada. Por ello, es preferible que hagas la salsa en casa. También puedes optar por rallar el tomate y añadirle orégano, pimienta u otras especias que te gusten.
Duerme y descansa
Durante el sueño, nuestro cuerpo se somete a distintos procesos celulares que son necesarios para mantenernos sanos. Por otro lado, cuando no dormimos lo suficiente, se producen otros problemas que pueden llevarnos a coger peso.
Principalmente, el sueño es necesario para regular la producción de grelina y leptina, dos hormonas que intervienen en las sensaciones de hambre y de saciedad. Si la regulación hormonal no es la adecuada, puede producirse un desequilibrio que nos lleve a comer de más, echando por tierra el esfuerzo por adelgazar.
Por eso es importante, para tu peso y también para tu salud, que descanses lo que necesitas con un sueño suficiente y de calidad cada noche.