Los ultraprocesados son alimentos de creación industrial que contienen aditivos -como aceites hidrogenados, sabores artificiales y emulsionantes- y que podrás reconocer fácilmente porque en sus etiquetas encontrarás una larga lista de ingredientes llena de nombres largos e ininteligibles. Y, aunque todos los ultraprocesados son perjudiciales para la salud, también es cierto que hay grados dentro de ellos y que unos son peores que otros: por ejemplo, no es tan malo el embutido de pavo como los refrescos, aunque ambos sean alimentos procesados. En este artículo te contamos cuáles son los ultraprocesados más peligrosos para la salud que debes evitar para mantenerte sano.
¿Cuáles son los ultraprocesados más peligrosos?
Diversos estudios científicos han demostrado los alimentos ultraprocesados representan el 90% del azúcar añadido que consumimos en nuestra dieta, lo que aumenta nuestro riesgo de padecer obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas que pueden derivar en infartos e incluso la muerte. Por ello, te exponemos cuáles son los cinco utraprocesados más peligrosos y de los que no debes abusar si quieres evitar sufrir consecuencias negativas, y sus alternativas saludables hechas con comida real para cuando tengas un antojo.
Patatas fritas de bolsa
Las patatas fritas de bolsa, cocinadas en aceites vegetales que nunca son de la mejor calidad -como sí lo sería un buen aceite de oliva- contienen una enorme cantidad de grasas y un altísimo contenido en sal, además de numerosos aditivos, potenciadores del sabor y conservantes varios. Las peores son las de sabores y colores artificiales, como esos ganchitos y doritos de un naranja radiactivo o con sabor a jamón y queso.
Si tienes ganas de un snack saludable para comer como aperitivo o mientras ves una peli o partido de fútbol, prueba a hacer tus propios chips vegetales saludables: batata o remolacha cortadas en rodajas muy, muy finas, aderezadas con especias (curry, picante, o hierbas aromáticas al gusto) y al horno a 180º hasta que estén crujientes.

Dulces y bollería industrial
La bollería industrial es uno de los ultraprocesados más peligrosos ya que, además de llevar potenciadores de sabor, aditivos, conservantes y grasas trans parcialmente hidrogenadas, tienen un contenido de azúcar que en ocasiones supera la cantidad diaria recomendada que deberíamos tomar por persona (unos 25 gr. aproximadamente).
Si te apetece un dulce desesperadamente, una buena alternativa es el chocolate negro al 70%, que además tiene otros beneficios para la salud, o preparar tus propios bizcochos, tartas y magdalenas sustituyendo el azúcar por puré de frutas (plátano o dátiles) y la mantequilla por aguacate.
Pan blanco
El pan blanco es otro de los alimentos ultraprocesados más peligrosos, especialmente si quieres adelgazar, ya que está hecho con almidones e hidratos de carbono de absorción rápida -que no reducen la sensación de saciedad, sino que provocan picos de glucosa en los que da más hambre-, aditivos y conservantes.
Para asegurarte de que compras un buen pan, la lista de ingredientes perfecta debe reducirse a harina, levadura o masa madre, agua y sal: todo lo que exceda de eso, le sobra a tu salud. Además, es mejor optar por el pan integral.
Rerfrescos (sí, también los zero y los light)
Sí, como lo lees: los refrescos dietéticos son tan perjudiciales como los normales. El propio concepto de refresco podría ser la definición perfecta de ultraprocesado, ya que no es un alimento real, sino un brebaje puramente químico de creación industrial que no aporta ningún tipo de nutriente, su valor nutricional es cero.
Además contiene edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sacarina y la sucralosa, y se ha relacionado con dolores de cabeza, depresión y un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Si no eres capaz de vivir sin refrescos, sustitúyelos por zumo de frutas naturales diluidos en agua con gas.
Pizza congelada (y platos precocinados en general)
Cualquier plato precocinado y congelado es perjudicial para la salud de por sí, pero la pizza es el peor entre todos ellos porque cuenta con ingredientes excesivamente grasos por naturaleza. Si te apetece una buena pizza, la alternativa más saludable es prepararla tú mismo en casa o acudir a un buen restaurante italiano.