Muchos pensamos que comer sin sal es como no comer, ya que tenemos la idea de que en la sal está el gusto, pero este es un pensamiento preconcebido y forma parte de nuestra tradición nutricional comer platos ricos en sal.
¿Pero te has puesto a pensar que pasaría si esto cambiase?, si desde que nuestros hijos son pequeños, los acostumbramos a comer con poca sal, seguro que muchas enfermedades que se desarrollan en un futuro se podrían prevenir.
El sodio es un mineral que es importante para mantener el equilibrio normal de líquidos en el cuerpo. Se encuentra naturalmente en los alimentos y también se agrega a ciertos alimentos. La recomendación diaria de sodio es de 2,3 mg por día. Sin embargo, a algunos pacientes les aconsejan comerlo en cantidades más bajas.
Limitar el consumo de sodio ayuda a prevenir y controlar la cantidad de líquido alrededor del corazón, los pulmones y las piernas. Cuando tienes retención de líquido, el corazón trabaja más y puede aumentar tu presión arterial.

Primero veamos, ¿qué repercusiones tiene para el organismo el consumo excesivo de sal? La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que la alta ingesta de sodio (sal) está asociada con la hipertensión, enfermedades cardiovasculares o los accidentes cerebrovasculares.
Para que estas patologías no se manifiesten, la OMS recomienda tanto para adultos como para niños, reducir la ingesta de sodio por debajo de los 5 gramos al día, lo que equivale a más o menos a una cucharadita de sal llena.
Haz cambios en tu cocina para comer sin sal
Parece difícil, pero en el momento de cocinar, tienes a la mano una gran variedad de hierbas y especias que le dan sabor a los alimentos, lo que ayuda a reducir la sal y disfrutar más de los sabores.
Un ejemplo puede ser usar el ajo y la cebolla para incluirlos en algunos platos, así como la salsa de soja baja en sodio, ésta última añadida a algunas carnes y vegetales, aporta un sabor exquisito. Del mismo modo los cítricos en las ensaladas intensifican los sabores, lo que ayuda a comer sin sal
Otra grandiosa para comer sin sal, es crear tu propio salero, es bastante sencillo. Sólo debes mezclar 2 cucharadas de pimienta negra, una de pimienta de cayena, una de polvo de cebolla, una de polvo de ajo y una hoja de laurel molida, con esto podrás aderezar todos los platos que prepares.
El uso de especias es fundamental. Te recomendamos el eneldo para las patatas, pescado y tomate; orégano para el pollo; romero para el cordero; salvia con la carne y patatas; y canela o nuez moscada para sopas, zanahoria y calabacín.
Otra opción para comer sin sal es sazonar las carnes con especias. Puedes usar albahaca, laurel, curry, comino, mostaza seca, ajo, jalea de uva, pimienta verde, hongos frescos, nuez moscada y perejil para preparar platos exquisitos. Y recuerda que antes de usar alguna especia debes frotarla y aplastarla para que libere su sabor en la preparación.
Todo está en el equilibrio
Para tener una buena nutrición la clave está en el equilibrio, no se trata de eliminar o abusar en el consumo de un alimento específico, ya que nuestro cuerpo necesita todos los nutrientes para su correcto funcionamiento, sumando siempre el ejercicio físico diario.
En el caso de la sal, su consumo también tiene algunos beneficios, ya que contribuye a que el cuerpo esté bien hidratado, introduciendo agua en el interior de las células, ayuda a controlar la cantidad de agua del organismo y a regular los fluidos del cuerpo y es esencial para que el sistema nervioso transmita impulsos al cerebro para la relajación muscular.
