La palabra vacaciones se asocia a tiempo libre, descanso, playa, piscina, viajar… Y también a comer más. Está más que demostrado que durante las vacaciones se tiende a comer más, sobre todo cuando se viaja a otras ciudades o partes del mundo. Aun así, hay maneras de mantener unos hábitos saludables. Así que toma nota de los siguientes consejos para comer saludable durante tus viajes y considéralos tu guía de viajero.
Cómo comer saludable durante tus viajes
Reservar un alojamiento con cocina
Escoger un apartotel, apartamento, hostal o cualquier alojamiento que disponga de una pequeña cocina puede ser una excelente idea. Esto permitirá guardar alimentos en la nevera para preparar comidas saludables con alimentos energéticos y nutritivos. El desayuno y la cena son las dos comidas más prácticas para hacer en el alojamiento por ser la primera y última del día.
Otra alternativa es buscar un hotel que ofrezca opciones ecológicas, veganas, vegetarianas o para personas intolerantes o alérgicas a algún alimento o varios. Aunque, para personas que estén dentro de este último grupo, siempre es mejor tener cocina propia para tener un control total sobre la preparación de los alimentos.

Escoger bien el restaurante o supermercado
Hoy en día, sobre todo en grandes ciudades, pueden encontrarse restaurantes y tiendas con opciones saludables, vegetarianas, veganas o ecológicas. Basta con hacer una búsqueda por internet y ubicar los locales en el mapa para organizar un poco la ruta en función de sus ubicaciones. Esta organización, además, permitirá disfrutar mucho más del lugar y aprovechar mucho más el tiempo.
Comprar en supermercados también puede ser una muy buena opción. Sobre todo si es en un país extranjero porque es la mejor manera de encontrar productos verdaderamente locales. También es una manera de ahorrar calorías y dinero.
Llevar comida encima
Aunque puede ser un poco engorroso, hacer bocadillos o preparar una fiambrera en el alojamiento puede ser también una opción. Si la comida se lleva “de casa” es más difícil caer en tentaciones y comer cosas poco saludables. Aunque llevarlo encima durante parte del día puede ser un poco engorroso. Así que también se pueden meter en la mochila o bolso varias bolsitas con algunos snacks saludables, como frutos secos. Ocupan poco y son ideales para las entre horas.

Lo que sí es muy aconsejable es llevar comida para el vuelo, sobre todo cuando va a ser muy largo. Una pieza de fruta, frutos secos, semillas, barritas energéticas caseras, bocadillos con pan integral… En los aeropuertos y en el avión no suelen dar comida de muy buena calidad y, además, suele ser bastante cara.
Beber mucha agua
El cuerpo necesita líquidos y el mejor es, sin duda, el agua. Cuando se viaja es muy importante evitar refrescos, bebidas alcohólicas o zumos. Lo mejor para mantenerse hidratado es el agua. Aunque esto no significa que los caprichos estén prohibidos y que no se pueda beber algún refresco al día o alguna copa.
Y un capricho de vez en cuando
Comer sano no significa que no se pueda probar la gastronomía local o que en algún momento puntual no se pueda dejar la dieta un poco apartada. Para conocer una ciudad o país hay que probar también alguna de sus delicias locales, por lo que los caprichos, si son una vez al día, están permitidos.
¡Cuidado con las nuevas comidas!
A veces, sobre todo si el cuerpo no está acostumbrado a muchos de los alimentos del lugar, se pueden sufrir indigestión, diarrea, estreñimiento u otros problemas intestinales. Para poder seguir el viaje, es importante hacer un pequeño botiquín con medicinas que ayuden a aliviar cualquiera de esos síntomas. También se puede llevar encima algunos remedios más naturales, como comprimidos de ciruelas umeboshi, para digestiones pesadas; o semillas de lino, para combatir el estreñimiento.
Siguiendo estos consejos es totalmente posible comer saludable durante tus viajes a la vez que disfrutas del lugar.