Las bondades que se le atribuyen al aceite de coco son muchas, incluso algunos especialistas catalogan sus propiedades como milagrosas. Cualidades terapéuticas por su agradable olor, tratamientos de belleza, saborizante de comidas, entre otras son solo uno de ellas. Mucho se dice, pero realmente ¿cuáles son los verdaderos beneficios del aceite producido por esta fruta peluda y exótica? En este artículo no solo conocerás sus cualidades sino que aprenderás a consumirlo de manera saludable.
Aunque varias organizaciones de la salud han realizados estudios para probar las consecuencias contraproducentes de este aceite, otros especialista explican que el consumo moderado puede aportar valor a nuestra dieta diaria.
¿Cómo uso el aceite de coco en mis comidas?
En la actualidad el aceite de coco para usos gastronómicos se ha incrementado. Hay quienes piensan que ha sido gracias al internet que ha dado a conocer sus beneficios frente a otros tipos. Esto ha llevado a grandes industrias de alimentación a sustituir el uso de aceites convencionales por el de coco. Sin embargo es importante destacar que este contiene altas cantidades de grasas saturada. Característica que ha causado el debate entre especialistas; y que debes tomar en cuenta al momento de decidir consumirlo.
La mejor forma de ingerir el aceite de coco, para aprovechar sus beneficios, es hacerlo de forma moderada y siempre observando las reacciones que genere en el organismo. Si te animas a disfrutar de sus cualidades, aquí tienes algunas opciones:
Aceite de coco para freír
Lo primero que debemos saber es que este aceite no se oxida con rapidez y no es tóxico. Además por sus propiedades, los alimentos fritos en él absorben menos grasa. Para frituras más crujientes, es aconsejable que antes de introducir el producto, el aceite este muy caliente. A los 160 grados comenzará a generar humo, sin embargo la temperatura ideal para freír es de 200 grados. Utilizando esta técnica de calor, los alimentos no olerán ni tendrán sabor a coco.
Aceite de coco para repostería
Reposteros aseguran que la versatilidad, sabor y beneficios del coco son recomendables para la preparación de bollerías y dulces. Su contextura es ideal, así que puede sustituir fácilmente a la mantequilla. El aceite de coco soporta altas temperaturas sin descomponerse, lo que lo hace excelente para ser reutilizado. También en este aspecto de la cocina, su toque dulzón puede reducir el uso del azúcar, incluso se puede hasta eliminar.
Aceite de coco en ensaladas
Tradicionalmente el uso del aceite de coco en la cocina está ligado con las comidas asiáticas, gracias a su sabor exótico y su aroma. Para ensaladas es una divina opción; basta con escoger lechugas frescas y frutas de diseños y sabores especiales para la base; y agregar un aderezo preparado con aceite de coco.
¿Qué beneficios aporta el aceite de coco en nuestro organismo?
Ayuda a la digestión
Las grasas saturadas presentes en el aceite de coco, ayudan a controlar las bacterias y hongos que producen la indigestión. También previene otros trastornos intestinales, como el síndrome de colon irritable. Además refuerza la absorción de vitaminas, minerales y aminoácidos, importantes para mantenerte saludable.
Combate infecciones
Componentes de la leche materna, como los Triglicéridos de cadena media y los Mono glicéridos también están presentes en el aceite de coco. Estos son elementos anti microbianos, que por naturaleza previenen infecciones. Incluso este aceite es rico en ácido Laúrico, conocido por su capacidad protectora ante los virus y las bacterias. Infecciones en la garganta, en la orina y las capaces de producir úlceras, son solo unas de las que puede combatir este aceite milagroso.
Fuente de energía
Los ácidos grasos de cadena media presentes en el aceite de coco son una fuente sólida de energía, gracias a su absorción inmediata. El consumo de este tipo de grasa ha sido recomendada para deportistas, ya que los ayuda a recuperarse durante el entrenamiento físico. Además conserva el glucógeno hepático y muscular durante más tiempo, lo que proporciona mayor rendimiento durante el ejercicio.