Uno de los errores más comunes que suelen cometer los corredores al iniciarse en este deporte es el correr siempre a intensidades elevadas. Piensan que el rodaje lento es una pérdida de tiempo y que sólo mejorarán entrenando 5 días a la semana a ritmo altos.
Esto es un grave error en que las consecuencias más directas son las lesiones por sobrecarga y el estancamiento deportivo.
Además el rodaje lento es fundamental para cualquier tipo de corredor.
Los beneficios del rodaje lento
Rodar lento tiene una gran cantidad de beneficios que muchos corredores desconocen, ellos piensan que correr en el umbral anaeróbico les va a proporcionar más velocidad. No es así, si siempre corres a ritmos elevados no tardarás en caer lesionado.
El rodaje lento es un clásico en la preparación de un maratón, la llamada tirada larga es un obligado en el entrenamiento de un maratoniano.
Aunque no te estés preparando un maratón, debes incluir rodajes lentos en tu semana por los siguientes motivos:
- Ayuda a recuperar: un rodaje en torno al 60-70% de tus pulsaciones máximas te van a ayudar a recuperarte de un entrenamiento intenso o de una competición. De esta manera activas los músculos y aceleras la reparación muscular.
- Mejora la capacidad aeróbica: teniendo en cuenta que los corredores de fondo compiten en umbral aeróbico, la mejora de esta capacidad te va a permitir correr más rápido y más lejos. Eso si, nunca tienes que olvidar entrenar la capacidad anaeróbica para conseguir alcanzar tu máxima velocidad punta.
- Enseña al cuerpo a quemar grasas: indicado especialmente si vas a correr un maratón. Si entrenas a tope siempre, la energía que utilizará el cuerpo será el glucógeno y no la grasa. El rodaje lento provoca que el organismo utilice la grasa cómo energía.
- Evitarás lesiones: ni el corredor mejor preparado es capaz de correr cada día al máximo. El rodaje lento es esencial para que el cuerpo pueda asimilar el entrenamiento y no se sobrecarga día tras día la muscultura y las articulaciones.

Para terminar
Lo ideal es incluir uno o dos días de rodaje lento a la semana para así no cargar de manera innecesaria la musculatura. De igual manera, dos días antes de una competición es preferible que el entrenamiento no sea muy duro, recuerda que nunca se compite en el entrenamiento y sólo se hace en competición.
Si estás recuperándote de un gran esfuerzo o saliendo de una lesión la única manera de no estropearlo es rodando lento hasta que la zona quede fortalecida