Consigue unos tobillos fuertes para correr mejor y más tiempo

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Cuando se corre se piensa que la rodilla es la única articulación que sufre y la que más aporta a la carrera. Es verdad que es una articulación muy importante para el corredor y que pequeños desequilibrios en esta pueden ocasionar graves daños. Pero no es menos cierto que los tobillos son fundamentales para la zancada y unos tobillos fuertes marcan la diferencia entre un buen corredor y otro que no lo es.

No solo la fortaleza de estos es importante, sino que los tobillos deben ser reactivos y lo suficientemente potentes para despegar con rapidez del suelo.

¿Pero por qué es tan importante tener unos tobillos fuertes?

Los tobillos son la articulación que permite la correcta movilidad del pie. Cuando se impacta contra el suelo es el tobillo el mecanismo que permite que el movimiento se lleve a cabo.

Cuando los tobillos presentan una debilidad la marcha se ve afectada, produciendo perdida de estabilidad y una mala distribución de los impactos.

Además no tener unos tobillos fuertes es la antesala de un esguince en el mismo, debido a que a la mínima inestabilidad el ligamento tenderá a estirarse.

¿Como conseguir unos tobillos fuertes para correr mejor?

La mejor manera de conseguir unos tobillos fuertes y reactivos es mediante la propiocepción. La propiocepción se trata de trabajar la reacción del tobillo mediante inestabilidades.

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El bosu es la herramienta perfecta para trabajar la propiocepción en el tobillo. Intenta mantener el equilibrio en este para conseguir mejorar la reactividad de esta articulación.

Si no dispones de un bosu a tu alcance puedes utilizar unos cojines o una toalla doblada para crear esa sensación de inestabilidad

Por otro lado es importante también fortalecer toda la musculatura implicada y que rodea esta articulación. No te puedes olvidar de trabajar gemelos y sóleos, así como también los tibiales. Estos músculos protegen a la articulación de los impactos recibidos durante toda la etapa de la carrera.

Antes de correr recuerda que unos tobillos fuertes pueden marcar la diferencia entre una buena carrera y otra mediocre. Y lo que es más importante: puede suponer evitar una lesión grave en esta articulación.

Es mejor dedicar 10 minutos menos al día a correr y añadirlos al trabajo de fuerza y propiocepción.

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