Correr esos minutos extra en el entrenamiento o hacer más series de las que tenías planeadas en el gimnasio puede no ser divertido en el momento, pero también puede convertirse en el factor clave que te mantenga a salvo de una lesión durante un partido de baloncesto. Según los estudios, aproximadamente el 60% de las lesiones ocurren en la segunda mitad de los partidos, lo que indica que el cansancio y la fatiga juegan un papel importante a la hora de evitar lesiones en baloncesto. Así que es imprescindible entrenar para mantenerse en la mejor forma física posible, además de conocer cuáles son las lesiones más comunes sobre el parquét y cómo prevenirlas. Aquí te lo contamos.
5 formas de evitar lesiones en baloncesto en función de su localización
1. Lesiones de pies y tobillos
Las lesiones en las extremidades inferiores son, con mucho, las más comunes en el ámbito del baloncesto. Y, en concreto, los pies -y especialmente los tobillos- suelen llevarse la peor parte. Ya sea por una torcedura tobillo que acaba en esguince, por un golpe desafortunado en carrera o por un pisotón o pelotazo accidental, quienes practican este deporte están abiertos a este tipo de lesiones.
Prevención
Para evitar lesiones en baloncesto que afecten a pies y tobillos es indispensable contar con el agarre y apoyo adecuados. Las zapatillas de basket que uses tienen que evitar el deslizamiento y ofrecer un buen soporte alrededor del tobillo. Además, si eres propenso a los esguinces, una tobillera o vendaje funcional te ayudarán a tener esa protección extra para la articulación. Y, por supuesto, no te olvides de calentar a conciencia antes de jugar.
2. Lesiones de cadera y muslos
En el baloncesto se realizan movimientos que dejan a los jugadores expuestos a una variedad de lesiones en la zona de la cadera y los músculos. Al girar, correr, saltar y rebotar se ejerce una presión adicional sobre las piernas y las caderas que pueden provocar distensiones por el contacto en la cancha o la extensión excesiva de los músculos y ligamentos.
Prevención
Evitar las lesiones en baloncesto de este tipo es complicado, ya que al producirse por contacto son difíciles de prevenir, pues nunca se sabe por dónde ni cómo van a venir los golpes. Pero, en cualquier caso, una buena rutina de estiramientos siempre es una buena opción. Mientras más flexibles sean tus músculos y tendones, es menos probable que te lesiones por estirarlos en exceso para alcanzar algún balón o detener al rival.
3. Lesiones de cabeza y cara
Los golpes con la cabeza de otro jugador o los codazos accidentales son bastante comunes, así como los dolorazos balonazos accidentales en la cara. Estas lesiones no suelen revestir gravedad, pero si son demasiado fuertes o desafortunadas pueden conllevar a conmoción cerebral. Salvo jugar con máscara, hay pocas formas de prevenirlas, pero sí que hay que tener en cuenta que es necesario estar atento a los síntomas de conmoción cerebral (mareo rato después del golpe, desmayos, vómitos, pérdida momentánea del conocimiento) para poder actuar con rapidez.
4. Lesiones de rodilla
Las lesiones graves como la rotura de ligamento cruzado no son tan comunes en el baloncesto como otras disciplinas tales como el fútblo. Pero, aun así, las lesiones de rodilla (torceduras y distensiones menores), tienen una alta incidencia en el baloncesto.
Prevención
Para evitar as lesiones en baloncesto que afectan a la rodilla, es necesario fortalecer los músculos de las piernas para que las rodillas cuenten con un buen soporte. Hacer ejercicios de levantamiento de pesos con los cuádriceps es muy útil. Asimismo, calentarlas antes del ejercicio y hacerse con una buena rodillera de protección si eres propenso a las lesiones en esta zona es un plus.
5. Lesiones de muñeca y mano
Es sorprendente que estas lesiones no sean más comunes dado que el baloncesto es un deporte que se juega principalmente con las manos, pero solo alrededor del 11% de las lesiones de baloncesto ocurren en la muñeca, manos y antebrazos según indican los estudios. Y, cuando ocurren, los dedos suelen ser los que se llevan la peor parte por culpa de intentar alcanzar algún balón o rebote.
Prevención
Para evitar lesiones en baloncesto que afecten a manos y muñecas, además de calentar y ejercitarlas es fundamental prestar atención al juego. Mira directamente la pelota para poder calcular bien dónde va a caer cuando quieras cogerla tras un pase o un rebote, e intenta que no te pille desprevenido para que la fuerza del golpe no te disloque la muñeca ni los dedos.