Muchas veces luego de haber dormido, sentimos que no hemos descansado suficiente, y aunque los números digan que fueron suficientes horas, podemos seguir sintiéndonos cansados. Todo esto puede ocurrir por tener malos hábitos para dormir. Tus acciones y actitudes pueden tener un gran impacto en tus horas y/o calidad de sueño; en especial lo que hagas antes de dormir puede repercutir en el tiempo que tardas en dormirte, las horas seguidas de sueño que puedes tener, o tener un sueño reparador.
Según la Asociación Española de Enfermos del Sueño (Asenarco), en el último siglo, el tiempo promedio del sueño se ha reducido al menos en un 20%, es decir, que actualmente dormimos aproximadamente 2 horas diarias menos de sueño.
Tener buenos hábitos para dormir puede tener un resultado significativo sobre la calidad del sueño y la calidad de vida. Cambiar ciertos detalles de tu vida diaria podrán ayudarte a que descanses correctamente, y tu cuerpo tenga tiempo de descansar y recuperarse de los ajetreados días que llevamos hoy en día.
Muchas personas subestiman la actividad de dormir, consideran que realmente no lo necesitamos para estar saludables, o que realmente no influye tanto sobre nuestras vidas. Se estima que un 30% aproximadamente de la población tiene problemas con el sueño, ya sea por defecto, o por exceso. Generalmente los que padecen de insomnio atribuyen los síntomas a otras enfermedades o condiciones no relacionadas con el descanso, por lo que no descubren realmente cuál es el problema y mucho menos como solucionarlo.
Aquí te daremos algunos tips para mejorar tus hábitos a la hora de dormir, y que el tiempo que utilices para descansar, realmente sea para recuperarnos para comenzar un nuevo día:
- Procura no ver televisión, leer, o pensar en problemas y preocupaciones cuando te acuestas en la cama para dormir. Si haces esto, tu cerebro relacionará la cama con esas actividades y no con dormir, por lo que te costará quedarte dormido.
- Realiza una rutina diaria antes de dormir: trata de hacer siempre lo mismo antes de dormir, por ejemplo, tomar un baño de agua tibia; luego, cuando realices esa actividad tu cuerpo se acostumbrará a dormir después de eso y te dará sueño.
- No duermas tanto durante el día: si puedes evitar las siestas, acumularás el sueño y cansancio para la noche, lo que facilitará que te acuestes y te levantes a una hora razonable, sin alterar su ciclo del sueño.
- Evita comer y beber en abundancia durante las últimas horas del día, eso te ayudará a sentirte menos pesado, y dormir más cómodamente.
- Ejercítate: hacer ejercicio de manera rutinaria te ayudará a que tu sueño sea más reparador. De todas maneras, es recomedable no hacer ejercicio tarde en la noche, porque puede tener un efecto contrario con respecto al sueño.
- Limita bebidas con cafeína, refrescos, y nicotina, en especial en las últimas horas de la tarde.
- Crea tu rutina: trata de dormirte y levantarte a la misma hora todos los días, así acostumbras a tu cuerpo a mantener un horario.
- Ve a dormir únicamente cuando estés cansado.
- Crea en tu habitación un ambiente cómodo para dormir: para dormir cómodamente tu cuarto debe estar a una temperatura fresca, si es posible que no tenga ruidos, y también que no tenga ninguna luz prendida para el momento de dormir.
Referencias