Deshidratación muscular, cómo prevenirla en los entrenamientos

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Seguramente habrás escuchado eso de que nuestro cuerpo son 2/3 partes de agua. Pero esta cifra no alcanza a la idea de lo esencial de la labor que realiza el líquido durante los entrenamientos. En este post vamos a detenernos en la importancia de la deshidratación muscular en el gimnasio.

La deshidratación muscular frena los efectos positivos de un buen entrenamiento

Durante los entrenamientos en los que se potencia la resistencia, el agua fluye desde la sangre a las células de los músculos y alrededores. Este proceso provoca que el nivel muscular se vea empujado, crezca. En cambio, cuando se bebe poca agua y no hay mucha hidratación muscular por el sudor o el consumo de otros fluidos, el agua se mueve desde el músculo a la sangre. Este hecho posibilita que la presión y la circulación sanguínea, se mantenga en buenos niveles.

Por lo que, si no hay suficiente hidratación muscular, existe el peligro de que ese empuje del que hablábamos anteriormente, se pierda. Muchos estudios señalan que cuando a las células no llegan la suficiente cantidad de agua, se producen muchas menos proteínas.

En la actualidad se están llevando a cabo estudios que investigan este proceso y se remarca que, la síntesis de proteínas puede verse minimizada durante la deshidratación muscular.

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La hidratación es fundamental

Beber agua durante el entrenamiento

Todos los estudios realizados sobre esta temática señalan que, durante el ejercicio aeróbico, como correr, el rendimiento se reduce cuando la deshidratación alcanza el 2% del peso corporal. Lo curioso es que la sensación de sed no se produce justo cuando los músculos empiezan a deshidratarse, sino mucho después. Por lo que, si tienes sed durante el entrenamiento, tu rendimiento es menor.

Si se trata de un entrenamiento más fuerte, como puede ser el levantamiento de peso, la fuerza se pierde al alcanzar el 3% de deshidratación, dependiendo del peso corporal. También es necesario mencionar que, con la deshidratación muscular, el riesgo de sufrir lesiones se acrecienta.

Cuando se ha tratado los efectos secundarios de la deshidratación muscular, se han identificado consecuencias objetivas y subjetivas. Los participantes sometidos a un estudio sobre la deshidratación del 3% antes de realizar una serie de ejercicios, se concluyó que las repeticiones fueron mucho más costosas que para el grupo de participantes que estaban completamente hidratados. También se percataron de que requirieron más tiempo para volver a recuperar sus pulsaciones.

Recomendaciones

Si sueles ir al gimnasio como rutina, lo ideal es que bebas entre 3,5 y 7 litros al día. Parte de ese líquido imprescindible proviene de la fruta y de otros alimentos. Pero la mayoría, proceden de la ingesta de agua y otras bebidas, leche incluidas.

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