Ciclismo urbano: peligro callejero

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El ciclismo urbano es uno de los deportes más practicados y de moda en las últimas décadas. Estamos acostumbrados a ir por la ciudad y observar cómo pasan los ciclistas por el arcén o por el carril correspondiente, o bien, cuando vamos en coche y nos lo cruzamos por las calles del extra-radio.

El inconveniente del ciclismo urbano, es que el ciclista asume grandes riesgos al exponerse tan de cerca al peligro de la carretera. Siendo también para el conductor del coche, una imprudencia grave no respetar el espacio vital del ciclista. Así como, para muchos peatones el ciclista no es considerado como un conductor más. Lo que esto provoca que es que el ciclista urbano se encuentre con accidentes no deseados. Por lo cual, esta situación conlleva a que bajo circunstancias imprevistas, la capacidad de reacción del ciclista disminuya, y muchos de ellos sean fruto en un fatal accidente.

Ciclismo urbano: peligro callejero

Uno de los factores de riesgo del ciclismo urbano es la controversia derivada del carril bici. Principalmente, porque aparece y de repente, al cabo de unos metros desaparece. Pues muchas veces hemos visto un carril específico para bicis pero después de unos metros, se corta y deja de existir. Posteriormente, se vuelve a retomar, y si acaso, unos metros más adelante, aparece de nuevo. Es decir, no existe una continuidad del carril, por lo que muchos ciclistas urbanos, debido a la intermitencia entre carril y carril, se ven obligados a circular por el arcén, asumiendo el gran riesgo que conlleva. A veces sucede que dentro del mismo carril aparece, señales de tráfico, arboles, coches aparcados con la luz de emergencia puesto, personas paseando, etc, que obstaculizan el libre recorrido del ciclista urbano.

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El ciclismo urbano se ha convertido en un de los deportes de riesgo de los últimos tiempos

Es importante destacar que cuando el ciclista conduce por la carretera o arcén, se está jugando la vida. Muchas veces, los coches tienen que reducir la velocidad ante la visualización de un ciclista que circula por la carretera. Por lo que esto provoca que si el coche que va detrás del que reduce la velocidad no se da cuenta, puede chocar con el coche que reduce y éste arrollar al ciclista.

También puede suceder que el conductor del coche, ante la dificultad para adelantarlo, tenga que reducir la velocidad, ya que la carretera pueda ser de doble sentido y tenga que esperar a que el carril contrario esté despejado para adelantar. Esto provoca la paralización del ritmo de circulación de los coches que vienen detrás. Además este último tiene que exponerse a ejercitar maniobras de adelantamiento que pueden ser arriesgadas; y añadiendo de que muchas veces, la distancia de separación adecuada entre el ciclista y el conductor del coche no se respeta.

Según los estudios de la Dirección General de Tráfico, en los dos últimos años se ha reducido notablemente los accidentes mortales de ciclismo urbano. Desde 2002 ha ido disminuyendo exitosamente el índice de mortalidad en vías interurbanas. Esto es posible por el hecho de que se ha propagado mayor nivel de consciencia sobre el peligro y los riesgos que supone montar en bici, tanto en vías urbanas como interurbanas. La forma de prevenir es a través de la obligación del uso de cascos, chalecos reflectores, luces traseras y delanteras, entre otras medidas, que deben de llevar los ciclistas a la hora de conducir por las diferentes vías de circulación. Y por otra parte, mayor control por parte de la DGT sobre el uso de drogas, alcohol, uso de móviles, etc, hacía los conductores de los coches.

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Referencias

1 comentario en «Ciclismo urbano: peligro callejero»

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