Parapente: el deporte de riesgo del verano

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El parapente es un deporte catalogado como de riesgo. Fue inventado por montañeros que querían bajar desde la cima a través del cielo. También se le denomina aereonave ligera flexible. aereonave porque no tiene motor. Y flexible porque el ala no consta de partes sólidas, como el acero o el hierro, sino más bien de cuerda y tela. El piloto y el pasajero deben llevar un equipo de protección obligatorio. Entre las herramientas necesarias se encuentran los cascos y el paracaídas de emergencias. Así como un GPS y equipo de radio.

El parapente, es un sucesor de los paracaídas exhibicionistas. Pueden planificar el vuelo y el descenso.

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La turbulencia y el viento cortante son elementos que condicionan la configuración del vuelo. Provocando incidencias como plegadas de frente, asimétricas, etc. Que, si se controlan a suficiente altura, se puede volver a retomar el ritmo natural del vuelo. Sin embargo, si tal incidencia se produce a baja altura, se tendría que hacer uso del paracaídas.

El parapente, aporta grandes ventajas. Las vistas que se observan a ese tipo de altura, y la perspectiva que ofrece de poder ver tierra y mar, es una sensación de adrenalina brutal. Además, el hecho de sentir que estás volando, potencia la reproducción de grandes niveles de dopamina y excitación. Se puede decir que, por un momento, eres el rey del mundo.

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La formación para un piloto de parapente, se denomina SIV, significa Simulación de Incidentes en Vuelo. En este curso, el piloto aprenderá a dominar precisamente, el parapente en situaciones con incidencias.

El parapente es una de las formas más emocionantes de volar

El modelo de velocidad para un parapente intermedio es de máxima 50 km/hora. Y mínima 24 km/hora. Para despegar, la situación idónea sería desde una ladera y con un viento moderado de unos 10-20 km/hora. Hay que tener en cuenta, las diferencias producidas cuando se está cerca de la costa. En tal caso, debido a la presión atmosférica y la humedad relativa, se aconseja reducir la velocidad de arranque.

El piloto se sienta en un arnés, que mediante dos mosquetones se une a las bandas de suspentaje. El piloto sólo tiene el control del vuelo en dos de tres áreas del mismo. Juega con su peso y los frenos, y con los frenos al mismo tiempo que usa el acelerador.

Praticar parapente requiere conocimiento preciso de técnica y precisión

Existe otra de forma de despegue en parapente. Consiste en enganchar el arnés a un desbobinador mecánico que un operario controla desde fuera. Desenchangándose a través de un sistema de suelta rápida. También existen paramotores, es decir, donde se le añade un motor a la silla. El vuelo difiere entre tener este mecanismo o sin él.

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El sistema de vuelo del parapente, se caracteriza por controlar el vuelo, en dos tipos de corrientes. Las corrientes térmicas, se produce básicamente por el calentamiento del aire por absorción del calor del suelo. Aprovechando este tipo de corriente para impulsar la velocidad del parapente. El otro tipo, es la corriente dinámica. En la que se aprovecha vientos de diferente orientación, y da lugar al vuelo libre. Ambos tipos de corrientes, se utilizan para elevar la altura del parapente, y coger perspectiva.

El parapente es un deporte de riesgo. En el sentido de que requiere de técnica. Y se desarrolla a gran altura. Es importante que sepamos cuales son nuestras capacidades. Y si estamos preparados para poder controlarlo. Por lo que hay que actuar con prudencia. El principal riesgo, es un pilotaje imprudente. Debido a ello, es recomendable que se practique las horas y las veces que sean necesarias. Hasta estar seguros de haber alcanzado la técnica y la preparación con creces.

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