El yoga terapéutico es aquella disciplina dirigida por un profesional de la Salud cualificado con un posgrado en deporte que permite mantener, recuperar o mejorar la salud de las personas a partir de la prescripción de ejercicios isométricos, técnicas de meditación y consejos higiénico-sanitarios desarrollados a partir de un diagnóstico del estado de la salud del usuario.
Nuevas tendencias del yoga terapéutico
Nuestra sociedad dispone cada vez más de recursos y centros orientados al cuidado del cuerpo y el bienestar, produciéndose una evolución sustancial desde el Fitness del siglo XX al Wellness del siglo XXI, con la aparición de centros integrales que buscan el bienestar de la persona.
Entre las actividades más demandadas en la actualidad se encuentran el Pilates, el ciclo indoor y el Yoga. No obstante, cada sesión puede llegar a incluir un promedio de 30 a 40 personas, pudiendo llegar a producirse lesiones al no ser correctamente supervisados.
A pesar del binomio deporte-salud, cuando este tipo de actividades no son correctamente supervisadas pueden llegar a producirse alteraciones estructurales o morfológicas de carácter subclínico. La aparición de estas lesiones puede provocar la asociación del deporte como algo perjudicial para la salud.
Así, es necesario proponer herramientas que fomenten el empoderamiento de las personas y la capacitación para ejercer de forma autónoma y responsable la actividad física.
A diferencia de otras disciplinas más actuales y modernas, el yoga es la única que dispone de un arsenal terapéutico que incluye en su repertorio técnicas posturales (asanas) de meditación (mudras, mantras, visualización), que se acompañan de diversos ejercicios de respiración (pranayamas) y que apoyan, de forma complementaria, a la educación para la salud del paciente a través de la mejora de hábitos como la alimentación o el descanso.
Además, el yoga es una disciplina reconocida en la medicina rehabilitadora sobre el aparato locomotor. La conocida revista internacional en alteraciones de la columna Spine recoge diversos estudios que prueban la eficacia de esta técnica.
Estos estudios defienden la importancia del yoga para mejorar la intensidad del dolor, la incapacidad funcional y la depresión en adultos diagnosticados con lumbalgia crónica. Del mismo modo, en los últimos años se ha desarrollado una tendencia importante en el uso del yoga para reducir el uso de la medicación para controlar el dolor.
¿En qué consiste una clase de yoga terapéutico?
En general, la duración de una sesión de yoga alcanza la hora y media. A lo largo de este tiempo, el grupo trabaja en el suelo, realizando posturas y movimientos terapéuticos que nos ayudan a ganar espacio interno, además de proporcionar una mayor flexibilidad y movilidad a nuestras articulaciones.
Posteriormente, se incorporan los ejercicios de respiración en la sesión, incluyendo también la ayuda de soportes (sillas, mantas y cintas, entre otras) para la realización de las asanas clásicas.
Las sesiones en grupo se practican con un total de 8 o 10 personas. De igual forma, el principal objetivo en cada clase es la experiencia interna y la propia percepción del movimiento en la persona, más que en la forma externa de cada postura realizada.
¿Quién puede acudir?
El yoga es una práctica que está especialmente recomendada en aquellas personas que se sienten poco flexibles, que realizan trabajos sedentarios o siguen un estilo de vida con poca actividad, que desean conseguir una mejora en su bienestar global o para aquellas que tienen la voluntad de dedicarse tiempo a sí mismos con una atención plena.
Asimismo, se utiliza para mejorar la salud a nivel físico, mental, emocional y energético, utilizando todas las herramientas del yoga tradicional.
El cuerpo físico muchas veces necesita de ayudas y apoyos para la práctica del yoga, y no podemos excluir a aquellas personas que sufren algún desequilibrio a nivel físico, mental o emocional de disfrutar las bondades de esta disciplina ancestral.